Adiaquil realizó el Taller de Cocina para pacientes diabéticos en Quilmes

En el taller a cargo de la Licenciada en Nutrición Adriana Buntingorry, la chef Uki Cappellari, organizado y auspiciado por el Laboratorio Roche, Adiaquil, el Dr. Fernando Krynski y Apres, se preparó un exquisito tiramísú para diabéticos que fue disfrutado por los asistentes.

La diabetes es una enfermedad metabólica y crónica que acompaña a quienes la tienen, toda la vida. Esto no limita el desarrollo de una vida plena si se apuesta al compromiso, la responsabilidad, la concientización una vez realizado el diagnóstico y a la prevención, si se está en riesgo.

Algo más de 2 millones de personas tienen diabetes en nuestro país, de los cuales el 90 % son diabéticos tipo 2, es decir mayores de 40 años con sobrepeso, sedentarismo, hipertensión y dislipidemia.

Su buen control metabólico se asienta sobre 6 pilares fundamentales: el automonitoreo, la actividad física, el control médico, la medicación, el plan alimentario y la educación. En este aspecto trabaja la Asociación Diabéticos de Quilmes, ADIAQUIL, que realizó, el pasado viernes 19 y como cierre de su 8º año de actividades, el Taller de Cocina para Pacientes Diabéticos en Quilmes, a cargo de la Licenciada en Nutrición Adriana Buntingorry, la chef Uki Cappellari, organizado y auspiciado por el Laboratorio Roche, Adiaquil, el Dr. Fernando Krynski y Apres.

«El plan alimentario se adecua a cada paciente, seleccionando y combinando los alimentos beneficiosos y necesarios, haciendo hincapié en las grasas, por cuanto la diabetes conlleva un riesgo cardiovascular» afirmó la Lic. Bustingorry».

Se requiere elegir las Omega 9,3 y desechar las grasas trans, saturadas, incorporar semillas y fibras que mejoran las glucemias postprandiales enlenteciendo la absorción de los hidratos de carbono y evitando las hiperglucemias. La relación entre ingesta e insulina es directa, continuó la nutricionista. Por ello incorporar estos nutrientes y aprender a cocinarlos disminuye el pago costoso de la insulina.

El cuerpo necesita una cuota diaria de grasas pero es mejor consumir aquellas que son cardioprotectoras como las que contienen las nueces, las frutas secas, los aceites de soja, oliva extra virgen, canola, girasol alto oleico, pescados de mar, a las saturadas de chocolates y alfajores.

El aporte de proteínas e hidratos de carbono debe ser controlado y moderado, continuó la Lic. Bustingorry, porque si bien forman tejidos, su exceso aporta ácido úrico, urea, amoníaco que se elimina a través de los riñones, deteriorándolos, mientras que los hidratos son procesados por la insulina, carente en los diabéticos tipo 1 y en exceso pero de mala calidad, en los pacientes tipo 2, dificultando el ingreso de la glucosa a las células.

Es la nutricionista junto al médico diabetólogo, los que determinan el plan alimentario y de acuerdo a los controles glucémicos, la ingesta adecuada de cada nutriente garantizado en cada comida y en porciones equivalentes a fin de lograr los 140 de glucemia luego de 2 horas posterioes a la ingesta» concluyó la Lic. Adriana Bustingorry.

Jugar con los sabores, los colores, las texturas,los aromas, ampliando el horizonte dentro del contexto alimentario, modificando hábitos, desmitificando los alimentos prohibidos fue la apuesta lograda con éxito por la chef Uki Cappellari, que permitió disfrutar, a la amplia concurrencia de un exquisito tiramisú para diabéticos.

Para mayor información comunicarse al teléfono 4227-5583 www.adiaquil.com.ar

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