Se destaca su infrecuente capacidad para conjugar el dominio del idioma con la expresión de los sentimientos, así como su manejo fluido de las formas clásicas que ella dinamiza y actualiza de forma original y profunda. Ha recibido expresiones en tal sentido de poetas como Feliciano Mejía, Embajador de Paz en París y Poeta del Mundo y del recientemente postulado a Premio Nobel 2010 por Asolapo, Rodolfo Virginio Leiro.
Su amplia y prolífica labor en Cultura, Educación y Literatura han recibido en este Bicentenario también el reconocimiento local, con la Medalla Barracas al Sud, otorgada en la reciente Feria Municipal del Libro de Avellaneda y el Proyecto de la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires de darle Reconocimiento a la Trayectoria a nivel bonaerense.
