| En este marco, según las estimaciones realizadas por la Dirección de Economía, Igualdad y Género (2020), la importancia del trabajo doméstico y de cuidados no pago en nuestra economía se incrementó en 5,9 puntos porcentuales con respecto a la medición “sin pandemia”, pasando de representar el 15,9% del PBI al 21,8% del PBI. El mayor peso del trabajo doméstico y del cuidado no remunerado en nuestra economía se explica por dos motivos: el incremento en las tareas de cuidado y la caída de la actividad en 14 de las 16 actividades restantes consideradas. Si bien estas estimaciones se realizan en base al peor momento de la pandemia, hay que considerar que estos resultados continúan presentes, aunque algo suavizados.A pesar de la mayor importancia que adquiere, en el marco de la pandemia, el trabajo realizado en su mayoría por mujeres, son ellas quienes asumen los mayores costos de crisis agravada por la Covid-9. No solo en Argentina sino en el mundo, son las personas más pobres quienes más sufren el impacto socioeconómico de la pandemia, y estos sectores están conformados mayoritariamente por mujeres. El informe de distribución del ingreso del INDEC correspondiente al tercer trimestre de 2020 muestra que el 10% de la población con menores ingresos del país (decil 1) está integrado predominantemente por mujeres, siendo ellas 7 de cada 10 personas. A esto se denomina feminización de la pobreza, un fenómeno estructural vinculado a la división sexual del trabajo y a la inequidad del mundo laboral. |
|