La Universidad Nacional de Lanús (UNLa), a través de su Departamento de Desarrollo Productivo y Tecnológico, organizó una teleconferencia que brindó el ex canciller del Estado Plurinacional de Bolivia, David Choquehuanca, sobre “El vivir bien, propuesta civilizatoria desde los pueblos indígenas como respuesta a la crisis global del capitalismo”. Presentó y moderó Francisco Pestanha, director del Departamento de Planificación y Políticas Públicas de la UNLa.

Ana Jaramillo, rectora de la casa de estudios anfitriona, resaltó su exilio México en la época de la dictadura donde “fuimos albergados por FLACSO (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales) y allí los argentinos, chilenos, bolivianos, uruguayos, todos los latinoamericanos, nos hicimos hermanos. Y allí conocimos el espíritu de lucha de los bolivianos, que no por casualidad eligieron llamarse Estado Plurinacional, porque son un pueblo que trasciende las fronteras”. Y agregó: “Vaya mi homenaje a nuestros hermanos. Siguiendo su ejemplo nosotros debemos dar lucha a los grupos económicos como los del campo”.

Choquehuanca realizó primero un análisis de la situación actual: “Más allá de la pandemia, son tiempos de crisis, incertidumbre, desorden, oscuridad, enfermedad. El capitalismo trae hambre, tristeza, dolor y muerte. Los pueblos del sur han sido devorados por el capitalismo y el neocolonialismo ha sido el instrumento a través de las comunicaciones”.

“La Pachamama está herida de muerte: terremotos, inundaciones, carencia de agua, pestes, carencia de alimentos, falta de amor. Son formas de manifestarse de la madre tierra. Domina el individualismo, el consumismo, un mercado donde un puñado de personas concentran el dinero por sobre millones. Hay odio, racismo, crisis global no sólo sanitaria. Hoy vivimos las consecuencias de un modelo, donde hay crisis económica, de valores e institucional”.

Pero, como dice la frase ancestral: “Cuando el mundo esté al borde del abismo, desde el sur del continente emergerán los mensajeros del arco iris. La Whipala, el arco iris, son códigos de inclusión y de consenso con integración e identidad”.

Agregó luego que “cuando dejamos nuestras decisiones a una democracia (y yo quiero a la democracia) las minorías se someten a las mayorías. Las democracias deben profundizarse para dar el salto al consenso, ya que el consenso es el eje que pone en movimiento a una comunidad.

Debemos despertar nuestro larama (rebeldes con sabiduría), sobre todo los más jóvenes. Nos volvieron sumisos. ¿Dónde está nuestra creatividad? Estamos en tiempos de cuestionar todo con jaguana (despertar, abrir los ojos). Tenemos que mirar más allá de lo que nuestros ojos ven”.

Invitó a recuperar “el código tumba (control obligado entre todos nosotros), preservando no sólo a los seres humanos, sino también al agua, las montañas, los animales, las plantas… Hay que construir una nueva normalidad con un pensamiento propio (amuyu), con armonía y paz. Ese es el buen vivir. Tenemos que descolonizar el pensamiento. Este sistema colonial nos ha saqueado, nos ha robado en nuestra región”.

“Tenemos filosofía, historia y ciencia propia. Con el jiguasa (no soy, somos nosotros) damos muerte al egocentrismo y al eurocentrismo; y con cuti retornamos al equilibrio y la complementaridad. El capaqnian es el camino noble de la integración y con cheka (verdad) otro mundo, otro camino es posible; nuestro mundo, nuestro camino. Siempre con tupo (medida), respeto a los demás, a la soberanía de los pueblos, a la lluvia. Así lograremos la qumara (vida sana) para el buen vivir”.

Hoy vamos viendo “lo que fue tapado hace 500 años. Nuestra pachamama (madre tierra en equilibrio) piensa, escucha, siente, respira. Así lo plateamos en Naciones Unidas y allí se declaró el 22 de abril como el Día de la Pachamama. La Unasur era para recuperar nuestra identidad, nuestro equilibrio y lograr el consenso que estaba planteado en sus principios rectores, así como la paz, el respeto y la soberanía. En este camino fueron fundamentales Néstor Kirchner, Rafael Correa, José  Mujica, Hugo Chavez y Evo Morales”.