Un festejo a Plaza llena por los 38 años de la democracia argentina

Una verdadera multitud colmó la Plaza de Mayo con banderas y remeras multicolores para participar de los festejos por un nuevo aniversario de la recuperación de la democracia, en 1983.

Ante un escenario emplazado en la calle Balcarce, más once pantallas gigantes dispuestas frente a la Casa Rosada y en calles adyacentes, decenas de miles de personas con banderas y remeras multicolores colmaron este viernes la Plaza de Mayo para festejar un nuevo aniversario de la recuperación de la democracia, en 1983.

La multitud fue convocada para escuchar los discursos del presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, en un llamado a dar valor al sistema democrático y la plena vigencia de los derechos humanos.

Las columnas empezaron a ingresar en el mediodía y dos horas después la Plaza ya lucía completa, con manifestantes que buscaban ingresar por Avenida de Mayo y las dos Diagonales.

Los primeros espacios frente a la Casa de Gobierno estaban ocupado por las columnas del Movimiento Evita, Somos Barrios de Pie y la agrupación OLP, como también por corrientes del peronismo bonaerense que se habían movilizado desde los municipios del Gran Buenos Aires.

Aunque la jornada arrancó nublada, pasado el mediodía comenzó a despejarse y entonces se empezó a hacer sentir la combinación de sol, humedad (70% según el servicio metereológico) y las multitudes que compartían un espacio limitado, por lo que la empresa estatal Aysa empezó a distribuir gratuitamente sachets de agua mineral que grupos de jóvenes, con espíritu festivo, abrían para saciar la sed y arrojar agua entre la gente.

En las primeras horas de la concentración, cuando todavía se podía andar sin problemas desde Hipólito Yrigoyen a Rivadavia y desde Balcarce a Bolívar, se veían con claridad los pasacalles que algunas organizaciones habían colocado en las primeras horas del día e incluso la noche anterior: frente a la Catedral se lucían varias consignas que remitían a frases famosas del Papa Francisco (“El todo es superior a las partes” y “La unidad es superior al conflicto”), pertenecientes a la organización Encuentro Peronista, que colgaban entre el alumbrado público y una de las tradicionales palmeras de la Plaza.

Otras banderas portaban los clásicos apellidos de dirigentes del peronismo, como una celeste y blanca instalada en las alturas, cerca del Banco Nación, que decía “Katopodis, San Martín”, por el ministro de Obras Públicas y exintendente de ese municipio del conurbano.

En distintos puntos de la Plaza también se hacían notar los pasacalles azules de la intendencia de La Matanza con el nombre completo del jefe comunal Fernando Espinoza bien visible en letras blancas.

Pasadas las 17, una columna muy grande de organizaciones kirchneristas con una participación importante de La Cámpora y otros espacios del Frente de Todos llegó a la Plaza por la Diagonal Norte -se habían concentrado en el Obelisco- y con la presencia entre sus primeras filas de dirigentes conocidos, como la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, que caminaba mientras otros militantes le pedían sacarse selfies, todo bajo el ritmo que marcaba una banda musical con redoblantes y trompetas.

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