Timerman pide combatir el terrorismo “en el marco del estado de derecho”

El canciller Héctor Timerman dijo que el terrorismo debe combatirse “en el marco del estado de derecho y respeto de las garantías fundamentales”, y reiteró el llamado para que los iraníes acusados de participar en el atentado a la AMIA se sometan a la justicia.

“No dudamos que el terrorismo debe combatirse en el marco del estado de derecho y respeto de las garantías fundamentales. Aborrecemos la idea de que las violaciones de los derechos humanos son admisibles en determinadas circunstancias”, indicó Timerman al hacer las conclusiones del simposio de cooperación internacional sobre contraterrorismo convocado por el secretario general de la ONU, Ban-Ki-Moon.

“El terrorismo constituye una amenaza a la vida y dignidad humanas, a la convivencia pacífica y civilizada y a la paz y seguridad internacionales”, afirmó Timerman al inicio de su discurso.

“La Argentina condena el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones. Estamos convencidos de que para combatirlo resulta indispensable una activa participación y colaboración de toda la comunidad internacional, así como una cooperación orgánica y permanente, jurídicamente legítima y basada en el absoluto respeto del derecho internacional”, agregó el canciller.

“La experiencia argentina a partir del padecimiento del terrorismo de Estado ha hecho de mi país un actor muy activo en la promoción de los Derechos Humanos como un valor universal, el aprendizaje que nos dejó la tragedia que representó la última dictadura es un importante aporte”, recalcó el titular del Palacio San Martín.

Tras recordar que “Argentina ha incorporado a su legislación las principales convenciones internacionales sobre Derechos Humanos y les ha otorgado la misma jerarquía que sus preceptos constitucionales”, subrayó que “cuando un Estado luego de sufrir uno o varios atentados terroristas se aparta de las leyes nacionales e internacionales…degrada sus instituciones, convierten a sus pacíficos ciudadanos en hordas sedientas de venganza que celebran la muerte del enemigo”.

“La democracia puede sobrevivir al terrorismo pero perece cuando un sólo ser humano es torturado o secuestrado. Cuando la justicia es reemplazada por órdenes secretas cumplidas en centros clandestinos u operaciones ilegales”, aseguró Timerman.

En esta línea, se refirió también a los atentados contra la embajada de Israel, el 17 de marzo de 1992; y de la AMIA, el 18 de julio de 1994.

Coincidió con el secretario general del organismo, Ban-Ki-Moon, en el sentido de que “la construcción de una cultura global tendiente a superar el terrorismo depende de nuestra capacidad de darle un rostro humano a las graves consecuencias de este flagelo”.

Informó que “los rostros humanos de quienes perdieron padres, hijos y hermanos en los feroces atentados en Buenos Aires integrarán la delegación argentina que acompañará la intervención de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, cuando se dirija pasado mañana a la Asamblea General de las Naciones Unidas”.

El canciller resaltó que en la Argentina “por un lado la dictadura dejó instituciones de seguridad y de justicia devastadas, además de fuertes intereses que propiciaron amnistías e indultos luego derogados en 2003. Más de 30 años después de que se perpetraran los crímenes, se siguen iniciando en la Argentina causas judiciales referidas a actos cometidos durante la dictadura”.

“A su vez, los atentados terroristas que sufrimos en los años 90 siguen siendo una herida abierta en toda la sociedad argentina, sabemos que el progreso de los últimos años en la causa AMIA no alcanza y es por ello que todos los años llamamos a Irán a cooperar con la Justicia Argentina”, remarcó.

“Nunca olvidamos a nuestras víctimas…y cada día trabajamos para que las víctimas y sus verdugos reciban justicia y, por sobre todo, estamos orgullosos que jamás hubo un acto de venganza, jamás atacamos a nadie, ningún civil ni militar fue agredido, nadie fue secuestrado ni torturado ni detenido ilegalmente en nuestra lucha contra el terrorismo”, resaltó el canciller.

“Somos conscientes de que no hay derechos humanos, imperio de la ley y valores democráticos sólo para los inocentes. O hay para todos o, lamentablemente, no hay para nadie. No nos motiva la animosidad ni los sentimientos de venganza, sino la lucha contra la impunidad, en favor de la verdad, la justicia y la memoria”, concluyó el canciller argentino.

noticias relacionadas