En declaraciones a Télam, Agustín Rossi repasó los anuncios realizados por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner durante la cena anual de camaradería de las Fuerzas Armadas (FFAA), el miércoles último, y afirmó también que esos lineamientos “abren una puerta entre las Fuerzas Armadas y la sociedad civil”, en referencia no sólo a la producción para la Defensa, sino también en cuanto a la intervención en emergencias climáticas.

El ministro de Defensa destacó que “la capacidad logística para el abordaje de emergencias tendrá que ver con las posibilidades de los distintos tipos de situaciones adversas que tengamos que enfrentar”, y explicó que en la Pampa Húmeda y el Litoral tendrá más que ver con los riesgos de inundaciones, mientras que en la región cordillerana se vinculará con la actividad volcánica y situaciones de aludes como el que afectó a Tartagal.

“Son distintas situaciones respecto de las cuales nosotros queremos tener esas unidades con la capacidad necesaria que nos permita actuar en forma inmediata”, indicó.

Rossi destacó que esto se coordinará con ministerios afines a las tareas, como el de Desarrollo Social.

“Lo otro que incluyó en su mensaje la Presidenta –dijo Rossi a Télam- es el desarrollo de la Secretaría de Producción para la Defensa, y allí explícitamente planteó algo que veníamos desarrollando en la planta de Río Tercero de Fabricaciones Militares (FM)”.

En esa planta hay “un prototipo de vagones de carga y una capacidad de producción que puede estar entre 30 y 40 vagones por mes, con lo cual puede ser tranquilamente proveedora del Belgrano Cargas”, algo que se plasmará en un convenio “con el Ministerio del Interior y Transporte”, añadió.

“Con esto, el Ejército recuperaría algunas capacidades de hace 40 o 50 años, y podría participar de la construcción de vías. El nudo más importante del Belgrano Cargas es Rosario y desde allí tendríamos que empezar a trabajar y a recuperar cada una”, especificó.

Rossi destacó que otro de los puntos salientes del discurso de la Presidenta fue el referido al “desplazamiento de tropas, fundamentalmente del Ejército, lo que implica reforzar la tarea que vienen haciendo las Fuerzas Armadas en el escudo Norte, que es la frontera seca con menos accidentes geográficos que tiene la Argentina, a diferencia de la Cordillera con Chile”.

“Allí, así como hay una colaboración que realiza la Fuerza Aérea con las fuerzas de seguridad a través del sistema de radarización, también podríamos pensar un diseño similar con personal del Ejército, con un patrullaje en esa frontera que sea disuasivo, claramente”, indicó el ministro.

“Obviamente –aclaró-, esto se hará cumpliendo siempre lo que nos prescribe la ley de Defensa y de Seguridad Interior, en cuanto a que las FF.AA. no pueden realizar tareas de seguridad interior, pero sí cuidar nuestras fronteras”.

Rossi juzgó que estas tareas tienden a una integración con la sociedad civil, “fundamentalmente en la actuación en emergencias; hay un fuerte reconocimiento por todas las veces que las FF.AA. han tenido que accionar en estos últimos años”, y citó los casos de la inundación en La Plata, el tornado en el Conurbano Bonaerense en 2012 y la limpieza de las cenizas en Bariloche, señaló.

Rossi remarcó “la producción para la Defensa y la decisión de darle mayor capacidad a las empresas que tiene el Ministerio, como Fabricaciones Militares, o el complejo industrial-naviero con cabeza en Tandanor, en el que hemos intervenido en cinco años en más de 800 embarcaciones, la mayoría de ellas del sector privado. Estamos reparando también el romephielos Irízar en la Argentina, lo cual le va a dar al astillero también una capacidad de intervenir sobre grandes embarcaciones. No todos los astilleros del mundo pueden hacerlo”.

En materia de radarización, subrayó que “la Fuerza Aérea tiene en Merlo (San Luis) el dispositivo de control y concentra allí la información del sistema en toda la Argentina, y tenemos un desarrollo en materia de radares y aeroespacial más que importante”, dijo.

“Nosotros tenemos tecnología y diseño propio y con todos los radares secundarios, que son los que utiliza la aviación civil, y los primarios, del sistema de Defensa, tenemos un plan para cubrir todo el territorio con ellos en los próximos años. Son de fabricación nuestra o han sido reparados y refuncionalizados por parte del Invap”, destacó Rossi.

El ministro marcó que este potencial “permite tener una soberanía y una capacidad de elaboración autónoma que es más que importante; sobre todo a partir de los últimos hechos en materia de inteligencia y con el espionaje de una red internacional en la región; el que podamos tener nuestro propio sistema de radarización es clave”.

“El Invap, la Comisión Nacional de Energía Atómica y el Instituto Balseiro, junto con las universidades de Cuyo y Río Negro, son lugares desde donde se produce una fuerte interacción en la generación de conocimiento”, sostuvo el ministro.