Alfonsín se declaró “optimista” en cuanto a las chances de convertirse en presidente en 2011 y consideró que sus posibilidades aumentaron porque “hubo cambios culturales” que hicieron que la sociedad entendiera que “es imposible el progreso sin república e instituciones fuertes”.

Al hablar en la Cámara Argentina de Comercio Americano, aseguró que la UCR “es una de las principales promotoras en la defensa de las instituciones”, y reiteró que “es difícil progresar si no hay gobiernos que respeten esa premisa”.

Insistió en la necesidad de “buscar consensos y diálogo”, remarcó que “los consensos son imposibles si no hay diálogos y hay descalificación permanente y confrontación”, y opinó que “la gente está harta de ver cómo se pelean los dirigentes”.

Para Alfonsín, los cambios culturales que hubo en la sociedad “permiten pensar que hay posibilidades de ganar las elecciones presidenciales” ya que “los ciudadanos ahora entienden que no puede haber progreso sin instituciones fuertes” y reclaman “más acuerdos y más diálogo“.

El candidato radical prometió por otra parte a los empresarios norteamericanos presentes que si accede el Gobierno habrá “reglas claras y seguridad jurídica” para atraer a los inversores externos y que promoverá el área de ciencia y tecnologías.

También les habló de la necesidad de provocar “una revolución educativa” al considerar que en la Argentina de los últimos años “dicen que hubo aumento de la inversión en el sector” pero que la educación “no mejoró”.

Alfonsín criticó al oficialismo por “no saber aprovechar el favorable contexto internacional” para “garantizar un crecimiento sostenido y más equitativo” y rechazó las comparaciones con el gobierno de su padre, Raúl Alfonsín.

“Las circunstancias son muy distintas”, aclaró, recordó que “ningún gobierno tuvo que enfrentar situaciones tan adversas como el del ´83”, y confió en que si llega a la Presidencia se mantendrán las medidas “que están bien y que permitieron crecimiento pero se corregirán los errores”.