Mientras la transición de gobierno se lleva a cabo, la crisis económica hace estragos en los sectores más empobrecidos del país y es la principal preocupación para la gestión que liderará Alberto Fernández después del 10 de diciembre. En ese marco, este viernes se reunirá con Daniel Arroyo y Marcelo Tinelli para comenzar a afinar detalles del plan Argentina contra el Hambre.

El encuentro está previsto para las 11, con la participación de Alberto Fernández, Daniel Arroyo, Marcelo Tinelli, referentes de la Universidad de Buenos Aires (UBA), empresarios del sector de la alimentación y organizaciones no gubernamentales.

Al respecto, en declaraciones a radio La Red, el diputado nacional Arroyo señaló que “el plan tiene varias acciones, una es crear un consejo donde estén los que producen alimentos, las universidades, los dirigentes sociales y sindicales. El consejo es ad honorem y se va a vincular directamente con el presidente”.

Luego, indicó que el plan a implementarse a partir del 10 de diciembre “tiene varios factores y uno es que todos accedan a la canasta básica de alimentos”, y añadió que “si empezamos a trabajar a partir del 10 de diciembre para resolver el problema del hambre y el endeudamiento de las familias, y de empezar a mover la actividad productiva, la situación va a empezar a revertirse”.

El Frente de Todos asumirá con escandalosos números de pobreza que deja la presidencia de Mauricio Macri y el gobierno bonaerense de María Eugenia Vidal. Según el Indec, los datos correspondientes al primer semestre de 2019 arrojan que el 25.4 por ciento de los hogares y el 35.4 por ciento de las personas son pobres. Con una población estimada en torno a los 44.9 millones de personas, se puede hablar entonces de 16 millones de argentinos que no cubren la canasta básica total y 3.5 millones no cubren la canasta básica.

En tanto, en el conurbano bonaerense la situación es peor: la medición de pobreza rozó los 40 puntos -39.8- y afecta a 4.5 millones de personas. Pero en el resto de los aglomerados urbanos bonaerenses no es muy distinta: en La Plata llega al 31.9 (unas 275 mil personas); en Mar del Plata 29.5 (192 mil); en Bahía Blanca 24.1 (75 mil). En los aglomerados “mixtos” que se comparten con otras provincias, el cuadro es más desolador: en Viedma-Carmen de Patagones, llega al 36.2; en San Nicolás – Villa Constitución, al otro extremo de Buenos Aires, es 35.9 por ciento.

Así, Alberto Fernández fijará su atención en políticas públicas que apuntarán a combatir el hambre en medio de la profunda crisis económica en la que se encuentra sumida en el país. El impacto en la provincia de Buenos Aires es mayúsculo y también implicará una ardua tarea para el gobierno de Axel Kicillof.