Peña recibió a dirigentes sociales que reclaman por la situación de Milagro Sala
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, junto al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y el secretario de Culto, Santiago de Estrada, recibió este jueves a los dirigentes sociales Alejandro Garfagnini (Tupac Amaru) y Emilio Pérsico (Movimiento Evita) que piden por la liberación de la líder jujeña Milagro Sala, a quien consideran “una presa política detenida ilegalmente”.
Los dirigentes sociales llegaron a Casa Rosada acompañados por monseñor Jorge Lozano, presidente de la Comisión Episcopal de la Pastoral Social (Cepas), de la Conferencia Episcopal Argentina, quien ofició como artífice de la reunión por pedido de los movimientos sociales, actualmente en estado de alerta por la detención de la líder jujeña.
“Me pareció una reunión positiva porque hemos podido reunirnos no solamente con Peña sino que también con el ministro del Interior y el Secretario de Culto. Hemos podido plantear y dialogar, que es el puntapié inicial para resolver cualquier situación, y puedo decir que el diálogo fue honesto y franco”, sostuvo Garfagnini, coordinador nacional de la Tupac Amaru.
En diálogo con la prensa, contó que los funcionarios nacionales “se interiorizaron de toda la situación” aunque señaló que “no hubo ninguna respuesta en concreto”, al tiempo que manifestó que en el Gobierno “hay distintas miradas“ sobre la situación de Milagro Sala “pero escucharon nuestra posición”.
“Ustedes saben cuál es nuestra posición: su detención es injusta, es una presa política. Ellos nos escucharon y por ahí tienen otra mirada sobre la situación. Nosotros la respetamos. Quedamos en seguir trabajando y que este tipo de diálogo siga abierto. No hablamos sobre levantar el acampe de Plaza de Mayo”, sostuvo.
Asimismo, consideró que el encuentro con Peña y Frigerio quizás “pueda alentar un análisis más profundo por parte de ellos con el gobernador jujeño Gerardo Morales, que permita que liberen a Milagro” porque, según su visión, en Jujuy hay una “línea bastante difusa entre lo político y lo judicial”.
Pérsico, por su parte, sostuvo que “el diálogo es central para poder resolver problemas, como decía Jorge Bergoglio y hoy dice el Papa Francisco. Nosotros vemos que hay una detención política, injusta, sin justificación jurídica alguna. Creemos que la política tiene que resolverlo”.
“Hubo un compromiso (por parte de los funcionarios nacionales) para tratar de mantener el diálogo con las organizaciones sociales para resolver los problemas que haya que resolver. Espero que el gobierno nacional interceda ante el gobierno de Jujuy” señaló el dirigente del Movimiento Evita, que consideró a Sala “una rehén, que está injustamente presa”.
Por su parte, Jorge Lozano, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social (Cepas), que actuó como artífice del encuentro, aseguró hoy “una cosa es que se pida trabajar con honestidad y transparencia, o que se enfrenten las situaciones judiciales correspondientes, y otra es el desprecio de un sector de la población” que se expresa con “sútil xenofobia” en redes sociales y medios de comunicación.
“A veces se menciona de manera muy agresiva a algunos líderes sociales y esto me parece que es una situación injusta y que puede llevar a tener animosidad de unos contra otros”, sostuvo, en la misma línea de pensamiento expresada días atrás en una nota de opinión que escribiera para el diario La Nación, aunque aclaró que no vislumbra el mismo discurso en la dirigencia política.
El obispo de Gualeguaychú, en diálogo con la prensa, explicó que fue durante un encuentro celebrado el lunes pasado entre organizaciones sociales y la Pastoral Social, que le pidieron que intercediera con el Gobierno para generar “un espacio de diálogo y encuentro” entre las organizaciones sociales y los funcionarios nacionales sobre la situación de Sala, que se concretò en Gobierno.
Lozano evitó brindar definiciones sobre la detención de Sala, aunque otras fuentes eclesiásticas señalaron que es un tema que preocupa al Papa Francisco, quien habría intercedido a través del obispo de Jujuy, monseñor Cesar Fernández, para pedirle respuestas al gobernador.