El Municipio plantará 10.000 nuevos árboles

El Ingeniero Agrónomo Ricardo Olguín explicó a La Ciudad los alcances del programa.

Con el objetivo de incrementar la cantidad de árboles en la vía pública, la Municipalidad de Avellaneda lanzó un programa que tiene como objetivo dotar a la ciudad de 10 mil nuevos ejemplares de distintas especies, entre las que se encuentran ceibos, jacarandás, fresnos y lapachos amarillos.
La iniciativa se denomina “10.000 Árboles” y el responsable de llevarla adelante es el ingeniero agrónomo Ricardo Olguín, quien aseguró a La Ciudad que “es una cantidad muy grande”, comparada con la que se planta usualmente.

“El programa está orientado a forestar espacios públicos y el arbolado que está en la vereda”, explicó Olguín. Sobre esto último, destacó que la idea es plantar en las grandes avenidas ejemplares de una misma especie, lo que le dará identidad a cada sector de la ciudad.

En ese sentido, sobre avenida Mitre se plantarán jacarandás, sin sacar los árboles ya existentes, y la idea es empezar una línea que, a futuro, cada árbol que tenga que plantarse en dicha arteria sea de esa especie para darle una continuidad visual y un concepto paisajístico.

Por otra parte, Olguín destacó que la plantación de nuevos árboles no solo contribuye a la estética de la ciudad, sino que además “cada ejemplar es como una bomba que absorbe agua y, con los problemas que tenemos con las napas cercanas, la existencia de mayor cantidad de árboles hara que éstas se mantengan en sus niveles”.

En cuanto al resto de las avenidas, en Hipólito Yrigoyen, que prácticamente no tiene árboles, se la forestará también con jacarandás, que son originarios del noroeste argentino y que se adaptan muy bien al clima de Avellaneda y a las veredas anchas.

La forestación en las avenidas también abarcará Belgrano, Crisólogo Larralde, Madariaga y Fabián Onsari, aunque todavía no llegará a Las Flores en esta primera etapa, porque quedan cosas por resolver.

“En Las Flores estamos viendo porque hay muchos toldos que llegan hasta el borde de la vereda y es más complejo”, aclaró Olguín, quien además recordó que hace un par de años se reforestó avenida Galicia, en Piñeyro, por lo que solo quedaría reponer los árboles que estén secos.

Al referirse a una de las particularidades de este Plan, Olguín comentó que respondiendo a los pedidos de los vecinos, que querían que además de coloridos se plantaran especies con frutos comestibles, se decidió plantar, en 70 espacios verdes de la ciudad, la especie Pecán, cuyo fruto es una nuez muy rica en cuanto a propiedades nutricionales y que además que no hace falta “trepar” para cosecharlas, ya que se recogen del suelo una vez que cae.

“También vamos a plantar un ceibo en cada plaza que no lo tuviera, para que los chicos puedan conocer la flor nacional, como así también una conífera en cada barrio, para que pueda ser utilizado como árbol de navidad en las fiestas”, afirmó Olguín.

 

Las veredas
El plan no solo contempla forestar las grandes avenidas, sino que además cada vecino podrá pedir un árbol para su vereda mediante un llamado al 0800-122-6323.

La iniciativa está funcionando muy bien en este aspecto y ya son más de mil los ejemplares emplazados en los frentes de los hogares avellanedenses.

“Empezamos el 2 de mayo, estamos plantando lo que nos piden y reponiendo los que el municipio tuvo que sacar, también por el pedido de los vecinos”, comentó el ingeniero Ricardo Olguín.
Cabe destacar que hay una ley que protege al arbolado urbano y que para que un árbol pueda ser sacado debe reunir algunas condiciones. Antes se le exigía al frentista hacer la reposición, pero ahora la Municipalidad puede hacerse cargo de esa tarea mediante este programa.

Para las veredas angostas, se tiene pensado plantar Olea, que es una especie de “siempre verde” de tamaño chico y, si el vecino pide con flor, hay unos crespones que también son chiquitos para ese tamaño de acera.

“En Avellaneda tenemos problemas de napas muy altas y se corre el riesgo que cualquier árbol que plantemos, en busca de aire, sus raíces rompan la veredas, por eso cuando hacemos las planteras, las confeccionamos de 80×80 centímetros, para que tenga una buena superficie para intercambio de aire”, especificó Olguín.

Consultado sobre cómo es el trámite para solicitar un árbol, Olguín aclaró que cuando el vecino llama se le da las opciones de ejemplares de acuerdo con el ancho de su vereda, ya que existe una preselección en función de los tamaños.

“Ahí ya va por gusto del vecino – agregó – y después esos datos se derivan al áreas de Espacios Verdes y nos avisan al equipo de forestación que estamos en el Vivero Municipal”.

Más tarde, inspectores capacitados verifican que el árbol tenga el espacio suficiente en esa vereda, si hay que construir o no una plantera, que no haya desagües afectados y que su copa no interfiera en el cableado.

“Ese informe nos llega a nosotros, que tenemos cuatro cuadrillas para hacer el trabajo. Dos de ellas son de plantación, una de riego y la restante hace las planteras”, detalló Olguín a La Ciudad.

Cabe destacar que dentro de la primera semana de plantación, la cuadrilla de riego hace dicha tarea con un fertilizante especial para favorecer el desarrollo de raíces nuevas y que agarren fuerza.
Después, cada 15 días, el equipo del vivero, integrado por cerca de 30 personas, se ocupa del riego, sobre todo en espacios públicos, ya que de los árboles plantados en las veredas son los propios vecinos los que se encargan. “Igual los llamamos por teléfono para que no se olviden, le hacemos un seguimiento a cada árbol”, aseguró el responsable del programa.

En el ranking de pedidos, los vecinos de Sarandí van a la cabeza, lo sigue Wilde y, el más rezagado, hasta ahora es Dock Sud.

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