“Vamos a extremar el diálogo para encontrar alguna lógica”, dijo Macri e informó que se inició una investigación para saber cómo comenzó esta ocupación que, según denunció, está “comandada por agrupaciones mafiosas que articulan entre la usurpación, el delito y el narcotráfico y que se abusan de la necesidad de los que menos tienen”.

”Seguimos intentando encontrar mecanismos de diálogo y de convencerlos de que no pueden estar donde quieren” y de “apropiarse y lotear en beneficio de ellos”, sostuvo.

Macri dijo que la Metropolitana es “una fuerza incipiente que viene desarrollándose pero que todavía no tiene la capacidad operativa suficiente para ocuparse de toda la Ciudad de Buenos Aires y de conflictos complejos como éste”.

Por esto, volvió a pedirle al Gobierno nacional que disponga a la Policía Federal con quienes “estamos para sentarnos a trabajar”.

”No voy a permitir que se me acuse de xenófobo, justamente a este Gobierno que ha incluido a todas las colectividades que viven en la ciudad de Buenos Aires”, dijo.

Macri llamó también a los “trabajadores honestos de villas aledañas” a que “abandonen ese lugar que está lleno de gente armada, donde ya ha habido episodios donde pujan por ver quién se queda con más tierras”, denunció.

”La inmigración descontrolada ha traído de la mano de gente de bien, gente que viene a instalar la droga en la Ciudad de Buenos Aires, el conurbano y toda la Argentina”, repitió casi al final del discurso.

Consultado por el pedido de la embajadora de Bolivia de que se disculpara públicamente por los dichos de ayer, el jefe de Gobierno porteño dijo que “no tengo ningún mensaje ni nada que disculparme”.

”Mi mensaje es claro -sostuvo- éste es un país de inmigrantes, yo vengo de una familia que migró a la Argentina y lo que reclamamos es que el Estado se haga presente”.