Los chicos de Avellaneda ya tienen su “miniciudad” para aprender educación vial

Funciona en el área de Tránsito, en Brandsen y Spurr, Avellaneda.

Entre cinco mil y seis mil son las personas que mueren aproximadamente cada año producto de siniestros viales, por eso siempre es una preocupación de los distintos niveles del Estado, tanto nacional, como provincial y municipal.

Por otra parte, las estadísticas también indican que son los más chicos los que ya tienen asimiladas las conductas necesarias para evitar consecuencias a la hora de un accidente. De hecho, son los más chicos los que se ajustan el cinturón de seguridad ni bien suben a un vehículo, mientras que los más grandes son más reticentes, sobre todo si se trata de un viaje de pocos minutos.

Sin duda queda mucho por aprender y quizá la única manera de tener éxito es seguir educando en materia vial a los más pequeños. Por un lado, porque en el futuro toda la sociedad se habrá criado con estos conceptos de seguridad y, por otro lado, porque los chicos son los primeros difusores de las normas de tránsito y muchas veces son ellos los que enseñan a sus padres.

En base a esto, el municipio de Avellaneda, con la colaboración de la filial Avellaneda del Automóvil Club Argentino -que celebraba su 75º aniversario- inauguró semanas atrás una pista de educación vial infantil en el edificio donde se tramitan las licencias de conductor, en Brandsen y Spurr.

Consultado por La Ciudad sobre esta nueva iniciativa, el Subsecretario de Tránsito y Transporte de Avellaneda, Juan Ignacio “Juano” Torreiro, aseguró que es producto de una idea del intendente Jorge Ferraresi “hacer educación vial con los nenes de jardín y nivel primario”.

“Siempre decimos que hoy en día la educación vial es muy importante porque mueren de 5 mil a 6 mil argentinos por año y es una preocupación muy grande que tenemos como Estado -agregó- y desde el Municipio siempre estamos presente para que los chicos de nuestra ciudad aprendan valores y conocimientos muy importantes para evitar accidentes”.

Con respecto a los objetivos, Torreiro fue claro: “Avellaneda tiene entre 1.800 y 2.000 accidentes de distintas escalas al año, así que nos planteamos bajar ese número y evitar que más gente pierda la vida”.

Parafraseando al educador y pedagogo brasileño Paulo Freire, que había dicho que la Educación no cambia al mundo, sino que cambia a las personas que van a cambiar al mundo, Torreiro expresó que “esta pista va a cambiar a los niños que van a cambiar al mundo, porque creemos en ellos y porque, ya hoy, educan a sus propios papás para que la educación vial sea realidad”.

La pista de educación vial infantil cuenta con diez kartings, equipados con sus respectivos cascos y cinturones de seguridad, y una “miniciudad” que recorren los chicos y que está debidamente señalizada con todos los carteles necesarios. Para ello, fue muy importante el aporte del Automóvil Club Argentino, entidad que ya tienen pistas por todo el país.

“También tiene imágenes de la ciudad de Avellaneda para que los chicos, mientras pasean, conozcan los edificios municipales, las plazas y las escuelas”, detalló Torreiro.

La pista está abierta a todos los establecimientos educativos que deseen visitarla, para lo cual se puede coordinar la visita llamando al 4354-9226 o al 0800-122-6323.

Ni bien llegan los alumnos, primero comparten una charla y un audiovisual donde reciben los conocimientos teóricos y se llevan información a la casa para compartir con la familia. Después de ello, pasan a la pista para aplicar, en la “miniciudad”, todos esos conceptos impartidos previamente.
Por su parte, el presidente de la filial Avellaneda del Automóvil Club Argentino, Jorge Traverso, estuvo presente en la inauguración de la pista, oportunidad en la que aseguró que “es fundamental y prioritario educar a nuestros niños en la seguridad vial, sobre todo porque son los más endebles y a los que debemos proteger”.

No hace falta tener licencia de conducir o ser mayor de edad para aprender cómo manejarse en la vía pública porque al tránsito no lo hacen solo los conductores, también sus acompañantes y los peatones porque, como bien dice la frase acuñada por las entidades que se dedican a esta temática: “La seguridad vial somos todos”.

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