Litza: «Aprobamos leyes para que se termine el festival de la impunidad en la Argentina»

Son los proyectos de Arrepentido y Extinción de dominio. Apuntan a llegar hasta los máximos responsables del crimen organizado y a recuperar los activos de lo que fue robado para que vuelva a la gente en programas de gobierno como educación y prevención de adicciones. Tienen media sanción en diputados.

Son los proyectos de Arrepentido y Extinción de dominio. Apuntan a llegar hasta los máximos responsables del crimen organizado y a recuperar los activos de lo que fue robado para que vuelva a la gente en programas de gobierno como educación y prevención de adicciones

 
«Dimos pasos concretos en dos proyectos que son parte del núcleo de propuestas de Sergio Massa. Desde el Frente Renovador insistimos en que hay que meter presos a los máximos responsables de delitos como corrupción, trata de personas, narcotráfico, o lavado de dinero. Y que además hay que recuperar lo que se robaron. Y eso es lo que se aprobó ayer», sintetizó la diputada nacional Mónica Litza acerca de la maratónica sesión de la cámara de diputados.
«Se trate de funcionarios o privados, queremos que los que laven plata, evadan o tengan que ver con algunos de los delitos mencionados vayan presos. Que no prescriban los delitos. Que se los pueda juzgar de por vida y que nunca puedan recuperar la plata. Ni ellos, ni sus familiares, ni posibles herederos», sostuvo Litza.

 

Fin de la impunidad
Para la diputada «el objetivo del Frente Renovador es terminar con la impunidad. Y para eso los delincuentes tiene que saber que van a ir presos y que cuando salgan no van a poder tener los millones que se robaron. Los delincuentes tienen que tenerle miedo a la Ley y a perder su patrimonio».
En relación a la llamada Ley de Arrepentido, Litza sostuvo que «el motivo de esta legislación es ampliar la normativa vigente a casos de corrupción. Y que no nos quedemos siempre con los actores de reparto como únicos responsables. Porque si no llegamos a los máximos protagonistas, a los cerebros, al corazón del crimen organizado, nunca vamos a terminar con esta compleja trama delictual».
«Estas leyes son herramientas. Queremos que el que las hace las pague. Sin impunidad. Y para eso necesitamos también contar con una justicia implacable. Y con una estructura estatal altamente competente. El delito complejo requiere de una respuesta también sofisticada, pero contundente, sin fisuras. Con Leyes modernas, políticas de seguridad acordes, y una justicia a la altura de las circunstancias».

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