“Las políticas económicas se deciden en la Casa Rosada y el Parlamento”, afirmó la Presidenta

La Presidenta reafirmó que “las políticas económicas” del país “se deciden en la Casa Rosada y en el Parlamento”, y pidió “terminar con divisiones inútiles y artificiales”. Fue al inaugurar la obra de tendido eléctrico de 500 kV Comahue-Cuyo, en el departamento de Maipú.

“Este es un proyecto que reivindica la decisión institucional de que las políticas económicas se deciden en la Casa Rosada y en el Parlamento de la Nación; la economía se decide aquí con las instituciones”, declaró Cristina, al pronunciar un discurso en Mendoza.

La Presidenta afirmó que “hemos recuperado la esperanza”, al hablar en el acto donde inauguró el tendido eléctrico Comahue-Cuyo: “Esto no es sólo conectar a Mendoza, es un ida y vuelta como (pasó con) Santiago del Estero, San Luis y Córdoba”, dijo.

La Jefa de Estado verificó en Mendoza los avances de las obras de puesta en marcha del sistema de transporte público “metrotranvía”, que transitará por los departamentos de Las Heras, Mendoza, Godoy Cruz, Guaymallén, Maipú y Luján de Cuyo.

En un mensaje con alusiones a la gestión de su marido y fallecido ex presidente Néstor Kirchner, Cristina Fernández celebró la decisión de ambos gobiernos de “no haber hecho caso” a las recomendaciones del FMI -al que no mencionó- en plena crisis de 2009.

“Aprendimos que con errores o con aciertos somos los argentinos los que decidimos nuestro presente y, por sobre todo, nuestro futuro y el de nuestros hijos”, insistió.

“Hay dos elementos fundamentales: historia y memoria, para no equivocarse y tropezar dos veces con la misma piedra”, declaró y reivindicó como una “metáfora visionaria de lo que está pasando hoy en el mundo” lo advertido por Néstor Kirchner en 2007, cuando pidió a los organismos internacionales no hacer “pagar las deudas a los muertos”.

Dijo que en el lugar “tan difícil” que ocupa como Presidenta y “con todo lo que está pasando en el mundo” su principal interés pasa por conseguir “que impacte lo menos posible en nuestros conciudadanos”.

“La única distinción que podemos hacer es entre los que sólo hablan y critican, y los que nos pasamos el día laburando las 24 horas para que vivan bien los 40 millones de argentinos”, expresó Cristina, en un acto en Mendoza, donde pidió terminar “con divisiones inútiles y artificiales”.

“Aún hoy, en medio del fracaso más estrepitoso del que se tenga memoria, los responsables directos de ese fracaso, acá en 2001 y hoy en Europa, pretenden seguir dándole al mundo la misma medicina que nos dieron a nosotros”, señaló Cristina, en referencia a las directivas de los organismos internacionales.

Dijo además no entender “tanta necedad” y ese “contrasentido” de quienes sostienen que mediante “planes de ajustes de la economía va a llegar el crecimiento”.

“Dejemos que hablen o que critiquen, nosotros sigamos trabajando, construyendo; ese es el camino, la gente luego decide democráticamente como siempre, y cuando pasan los períodos, podremos los argentinos sentarnos tranquila y serenamente a debatir proyectos, pero sobre las bases de las realizaciones de lo que cada uno ha hecho”, reflexionó.

En esa línea, pidió “que cada uno tome conciencia de lo que es capaz de brindar para su país”, en tanto se comprometió a “tender la mano a quien lo necesite, sin rencores”.

En varios pasajes, Cristina Fernández habló de “él”, en referencia a Néstor Kirchner, y -ante el clamor de los jóvenes mendocinos que asistieron al acto- afirmó que el ex presidente “vive en los pibes, en los jubilados que cobran una mejor jubilación, en los docentes, en los científicos que volvieron al país”, entre otros ejemplos.

“El amaba las obras de infraestructura porque sostenía que eso era el progreso; lo comprendió desde que fue intendente”, graficó Cristina.

Antes de finalizar su discurso, Cristina Fernández manifestó que su “gran esfuerzo” está dirigido “con una gran convicción a dedicarle a los jóvenes un país mejor”, libre de la “miseria, del fracaso, de las frustraciones de la pobreza”.

“En definitiva, la dignidad es el objetivo final”, concluyó la jefa de Estado, cuyo discurso resaltó el valor de la obra de transporte de energía y otras obras viales en la zona cuyana.

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