La UNLa avanza en la construcción de aulas al aire libre

Atenta a los procesos de vacunación y a las indicaciones de los Gobiernos nacional y provincial para el retorno paulatino a las clases presenciales, la Universidad prepara su predio construyendo y colocando bancos en sus plazas, y creando otras nuevas para contar con espacios al aire libre que sean seguros para todos.

Ágoras. Con ese nombre que designaba en la Antigua Grecia a las plazas de las ciudades-estado donde se
solían congregar los ciudadanos para tratar diversos temas de la vida pública, la rectora de la Universidad
Nacional de Lanús (UNLa), Ana Jaramillo, nominó a las aulas al aire libre que la institución está construyendo en su campus académico, en Remedios de Escalada, para cuando las autoridades nacionales y
provinciales determinen el regreso de clases presenciales. Participan de la iniciativa docentes, trabajadores
no docentes, autoridades y graduados y estudiantes voluntarios.

Esas aulas al aire libre estarán situadas en plazas que posee actualmente el predio de la UNLa (de “Nuestra
América”, “de la Democracia”, “de los Derechos Humanos”, “de la Paz”), más otras que se construirán
próximamente (“de la Justicia social” y “del 10”). En varias, ya se emplazaron bancos hechos con durmientes
de quebracho del ferrocarril con bases hormigón, fabricados en la Universidad.

“En pandemia, como estamos ahora en el mundo entero, es necesario tener resiliencia, y por eso en la UNLa
estamos haciendo aulas al aire libre, con durmientes sobre bases de hormigón para aguantar, resistir y ser
resilientes los docentes y los casi ocho mil que anhelan ingresar a la universidad además de los casi 35.000
que ya están cursando”.

Esos espacios, a su vez, serán complementados con otras aulas al aire libre que se formarán a lo largo de las
amplias galerías exteriores techadas que posee la mayoría de los edificios de la Universidad. En este caso, se
utilizará el mobiliario existente en las aulas que están dentro de esos edificios.

Un proceso de construcción colectivo
Desde hace un mes, se involucraron distintos actores de la comunidad universitaria en el proceso de
construcción de los bancos para las aulas.

Cada banco tiene dos metros de ancho y estará habilitado para dos alumnos, lo que permitirá preservar la
distancia social establecida por las normativas sanitarias. De hecho, cada uno a su vez está marcado con
cintas indicativas para el distanciamiento.

Los trabajos son coordinados por el Área de Patrimonio Histórico de la UNLa. Y justamente el espíritu de
rescatar el pasado ferroviario del predio de la Universidad sigue presente: parte de los durmientes de
quebracho utilizados para elaborar los bancos estaban en el campus de la Universidad y otros fueron
donados por Trenes Argentinos.

Cada uno fue lavado, pulido y cortado por integrantes de la comunidad universitaria de la UNLa. Previamente se habían realizado matrices de madera para fabricar las bases de hormigón.

Curso de ingreso y postura institucional sobre el inicio del ciclo académico
La UNLa inició el 1 de febrero el Curso de Ingreso de Verano de modo virtual y continúa atenta a los procesos
de vacunación y a las indicaciones de los Gobiernos, tanto Nacional como Provincial, para encarar el retorno
a la presencialidad lo antes posible sobre la base del cuidado mutuo.

“Más allá de todo lo que hicimos, estamos haciendo y haremos cumplir nuestra misión institucional,
para volver paulatinamente a una presencialidad de manera responsable, queremos expresar
claramente que rechazamos cualquier racionalidad que implique la subordinación de la vida a los
intereses económicos”, expresó semanas atrás la Universidad mediante un comunicado.

En ese sentido, la UNLa sentó su posición sobre el cuidado de la salud y el enorme esfuerzo
realizado por los docentes en 2020 al desempeñar su tarea por medios tecnológicos.

“Resulta una falta de respeto la presión hacia docentes, profesores y profesoras para que desempeñen
su tarea sin considerar los riesgos que la presencialidad acarrea para ellos y ellas, así como para los y
las estudiantes y sus familias”, subrayó el texto de la UNLa.

La institución puntualizó que el trabajo docente durante la virtualidad “no debe ser considerado como
vacación ni como pérdida de tiempo” porque “dedicaron, incluso, más tiempo para adecuar su tarea a las
nuevas condiciones” y que el tiempo destinado “a la formación de los estudiantes fue muy superior al
solo hecho de estar presentes en una video conferencia”.

De hecho, incluso todas las cifras del ciclo lectivo atravesado por la pandemia fueron superiores a los de años
anteriores: hubo mayor cantidad de estudiantes inscriptos en relación a 2019, una mayor retención y un
aumento en el rendimiento académico, según los registros de la Secretaría Académica de la Universidad.

“La pandemia sigue aquí. Deseamos esperanzados que las vacunas puedan permitirnos volver a
encontrarnos en un mismo espacio, el de la universidad que tanto queremos. Y esperamos ese momento,
desde la acción, construyendo y colocando bancos en nuestras plazas, y creando plazas nuevas para contar
con espacios al aire libre que sean seguros para todos y todas. Sabemos que falta menos, pero para que lo
consigamos necesitamos de la cooperación y el compromiso de la comunidad toda, del cuidado y del trabajo
entre todos y todas”, concluyó el comunicado de la UNLa.

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