Importante movilización en todo el país contra el gobierno nacional

Una movilización contra el Gobierno nacional se desplegó con fuerte presencia opositora en la Ciudad de Buenos Aires y en distintos puntos del país, donde el rechazo a la reforma a la Justicia, la corrupción y la inseguridad fueron ejes de los reclamos.

La protesta tuvo un formato similar a las anteriores que se desarrollaron el 13 de septiembre y el 8 de noviembre pasado, aunque el sello distintivo en esta oportunidad fue la participación de los principales dirigentes de la oposición.

Los radicales Ricardo Alfonsín y Mario Barletta, se mezclaron con Hermes Binner y Victoria Donda del FAP, mientras Elisa Carrió se mostró junto a su nuevo socio político Fernando ‘Pino’ Solanas, dirigentes del PRO -aunque sin Mauricio Macri- y referentes del peronismo disidente.

“La Justicia no se toca”, fue uno de los principales slogans de la convocatoria, que luego se repitió en carteles, banderas y remeras que también pedían “No domestikar la Justicia”, “Corruptos fuera” y advertía: “El pueblo está vivo, el modelo está muerto”.

En tanto, la presidenta Cristina Fernández evitó la protesta al partir rumbo a Perú, acompañada por su colega uruguayo José ‘Pepe’ Mujica, media hora antes del comienzo de la concentración, pero aún así los manifestantes hicieron llegar su reclamo a la Casa Rosada y a la Residencia de Olivos, que fue vallada pasado el mediodía para prevenir cualquier incidente.

En simultáneo al desarrollo de la marcha, la mandataria publicó decenas de tuits sobre diversas temáticas e incluso un comentario conciliador hacia Mujica, pero no hizo ninguna mención a los reclamos que se repetían en todo el país.

Antes de las 19, el horario convocado a través de las redes sociales, comenzaron a llegar los primeros manifestantes a los puntos de encuentro, en especial a Callao y Santa Fe, donde se vio la mayor cantidad de dirigentes políticos que luego marcharon hacia el microcentro.

Desde allí, partió hacia el Obelisco y luego a la Plaza de Mayo, una bandera gigante celeste y blanca con la consigna “Provincia insegura. Sumate. Basta de muertes”, que resumía uno de los pedidos centrales que se repitieron en la marcha y se mezclaron con pancartas con frases como “Juicio y castigo ya a CFK y su manga de sakeadores” y “La plata de la Rosadita es de todos y todas”.

En pleno reclamo, los senadores terminaron de debatir a última hora de la tarde y dieron media sanción al proyecto para regular las medidas cautelares, que integra el paquete de medidas anunciadas por la Presidenta como parte de la reforma judicial, situación que derivó a parte de la multitud hacia la Plaza de los dos Congresos.

El rechazo a las iniciativas de reforma judicial, así como el escándalo que involucra al empresario kirchnerista Lázaro Báez, hizo que los manifestantes saltaran las vallas dispuestas sobre la avenida Entre Ríos, hasta llegar a la explanada del Palacio Legislativo.

La tensión obligó a la Policía Federal a cerrar momentáneamente las puertas del edificio, impidiendo la salida de quienes estaban en su interior.

El ruido de las cacerolas y los cánticos en contra del Gobierno también se hicieron sentir en esquinas emblemáticas de la Ciudad como Cabildo y Juramento, en Belgrano; Acoyte y Rivadavia, en Caballito y otros puntos de Recoleta, Liniers, Villa Urquiza y la zona céntrica.

El conurbano bonaerense, sobre todo la zona Norte con epicentro en Olivos, Vicente López y San Isidro, también tuvo presencia de manifestantes y hubo un llamativo reclamo en La Plata, menos de un mes después de las inundaciones que dejaron más de medio centenar de muertos.

En la ciudad administrada por Pablo Bruera un grupo de manifestantes intentó derribar el vallado que protegía la municipalidad, donde no había custodia policial a la vista, en un claro repudio a la comuna por las trágicas consecuencias que tuvo el temporal.

En tanto, el Monumento a la Bandera en Rosario, el Hotel Hermitage en Mar del Plata, el shopping Patio Olmos en Córdoba, la peatonal mendocina y la Casa de Gobierno en Tucumán, fueron epicentros de los reclamos que se unificaron a lo largo del país.

En el exterior, hubo movilizaciones simbólicas en sedes diplomáticas de ciudades como Madrid, Barcelona, Milán, Roma, Nueva York, México, Sidney y otras representaciones latinoamericanas y europeas.

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