“El saludable hábito de aprender a conservar”

La agencia Avellaneda del INTA AMBA, el Programa ProHuerta (Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación e INTA) y organizaciones sociales realizaron un taller de conservas en el barrio de La Boca (CABA). Enseñaron a preparar chucrut.

“Son importantes estas capacitaciones porque dan una formación sobre cómo ser autónomos en la producción, en el uso de los alimentos y en la salud. Tiene que ver con nutrirnos con alimentos que sean nutritivos y que, a veces, son costumbres que dejamos de utilizar”, sintetizó Mariana Moricz, a cargo de la Agencia Avellaneda del INTA AMBA, en diálogo con FM Riachuelo, en el marco de un taller de conservas saludables junto con el Programa Prohuerta (Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación), la Organización Los Pibes, CESAC N°9 y la Casa Popular “El Patio” en el barrio de La Boca (CABA) en el local Boca es Pueblo. Aquí se enseñó a preparar chucrut.

Participaron de esta jornada vecinos quienes compartieron un momento de reciprocidad donde, destacaron los organizadores, lograron herramientas para recuperar saberes antiguos acerca de la conservación de los alimentos.

Camila Mantiñán, de la agencia INTA Avellaneda y técnica del Programa Prohuerta (Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación) repasó que entre “otros temas se enseñamos los pasos básicos para fermentar correctamente repollo para hacer chucrut que es un gran alimento para el otoño-invierno; la base de una nutrición saludable es comer en equilibrio todos los alimentos que tenemos disponibles.”.

“Es importante pensar en la soberanía alimentaria –agregó Moricz para tener en las cocinas de nuestras casas alimentos más saludables y más preparados para la digestión de nuestros cuerpos. Es necesario producir alimentos que tengan propiedades y estén sacados de nuestra tierra.”

Este taller surge como parte del trabajo comunitario que se desarrolla en la Huerta de Plaza Matheu, experiencia que se inició en abril y que es parte de la articulación de estos espacios que se organizaron para realizar esta capacitación de conservas.

Mantiñán sumó en esta oportunidad a FM Riachuelo que “promover espacios de intercambio saberes y mediante eso incentivar todo lo que tiene que ver con los conceptos de soberanía alimentaria, agroecología y salud comunitaria”.

Los participantes coincidieron que son clave estos aprendizajes que pueden transmitirse: “Estas capacitaciones con prácticas nos aportan la experiencia el conocimiento para lograr un mejor consumo propio, familiar o con el barrio”.

Chucrut

“Esta preparación (del chucrut) no incorpora ácidos, pero la fermentación, producto del proceso que se sigue produce los ácidos necesarios para controlar el desarrollo de bacterias no deseadas en el producto final”, se lee en el documento Manual de Conservas Caseras de la ingeniera agrónoma Clara Contardi de la Agencia Luján de Cuyo del INTA Mendoza.

En el documento se proponen los siguientes ingredientes: 2 kilos de repollo, en buen estado sanitario; 2 manzanas ácidas; 5 cucharadas de sal gruesa y especias a gusto.

Procedimiento: Se cortan tiras de repollo de unos 5 mm de espesor; en un frasco de vidrio de boca ancha, se colocan unos 3 centímetros de repollo cortado en tiritas y un poco de manzana rayada; se espolvorea una fina capa de sal gruesa; así sucesivamente se llena el frasco hasta arriba. Se debe cuidar de no colocar sal gruesa en exceso; se puede intercalar con alguna especia a gusto; de compacta la preparación, dando golpes con un mortero de madera o algún otro elemento de cocina que permita golpear la preparación hasta que quede sumergida en su propio líquido.

Finalmente, indica Contardi, se coloca una bolsa de polietileno y luego un peso que no permita que ingrese aire a la preparación. Puede ser la misma bolsa llena de agua y cerrada, que se acomoda de tal modo que no haya intercambio de aire; se deja una semana en reposo; s e retiran el chucrut obtenido, del frasco inicial, se envasa en frascos más chicos, junto con el líquido del a preparación; se tapa y se esteriliza unos 10 minutos; se deja unas semanas más antes de ser consumido.

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