El Frente de Todos reclama que la Ciudad se adhiera a la Ley de Alcohol Cero

Según el Observatorio Vial Nacional, en 1 de cada 4 casos fatales se detectó alcohol en sangre en alguno de los conductores.

El Frente de Todos reclamó que la Ciudad de Buenos Aires adhiera a la Ley Nacional de Alcohol Cero, que fue promulgada recientemente y establece la prohibición de la conducción de vehículos en rutas nacionales con una alcoholemia superior a cero miligramos por litro de sangre.

 

“Es inconcebible que la Ciudad se oponga a reducir la cantidad de siniestros viales, principal causa de muerte en jóvenes entre 15 y 34 años en Argentina”, cuestionó el bloque.

 

El proyecto fue presentado por Juan Manuel Valdés, legislador del Frente de Todos y estuvo acompañado por el diputado nacional Leandro Santoro, Viviam Perrone, de la Asociación Civil Madres del Dolor, y Alba Sáenz, de la ONG Conduciendo a Conciencia.

 

Los siniestros viales ocasionados por el consumo de alcohol son cada vez más altos en la Ciudad de Buenos Aires y representan la décima causa de muerte en todo el mundo con más de 1.300.000 víctimas fatales al año.

 

En la Argentina pierden la vida entre 15 y 20 personas a diario, en su mayoría, a causa de muertes evitables.

 

Según el Observatorio Vial Nacional, en 1 de cada 4 casos fatales se detectó alcohol en sangre en alguno de los conductores.

 

“La ley vigente en la Ciudad de Buenos Aires avala que tomar alcohol y manejar son una combinación posible. Me llama poderosamente la atención la negativa de Larreta a tratar este proyecto que salvaría las vidas de tantos porteños. Necesitamos políticas vinculadas a la seguridad vial, incrementar los controles de alcoholemia y fomentar la educación vial para entender de una vez por todas que no se puede manejar después de haber tomado alcohol”, señaló Valdés.

 

Por su parte, Santoro indicó: “Si me preguntan cómo puede ser que la sociedad sea indiferente a esto, no tengo respuesta. El día que me llegó el proyecto de ley al Congreso, me imaginé que iba a ser una ley de esas que salen con el consenso de todos. Para mí era el sentido común, si tomaste no podés manejar. Pero me encontré con mucho lobby para que no saliera. Nadie se opone a que la gente tome. Lo que sí nos oponemos es a que si tomaste, manejes. No entiendo como la Ciudad rechaza el proyecto, que es un distrito que no produce ni uva, ni exporta vino, ni tiene un lobby muy específico, pero pareciera ser que las cosas son más importantes que las personas”.

 

 

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