El crecimiento argentino “no es viento de cola”, sino “trabajo, esfuerzo, inversión y gestión”, dijo Cristina Fernández

La presidenta Cristina Fernández dijo ayer que la expansión de la economía argentina en medio de las crisis en los países centrales “no es magia, no es viento de cola, no es suerte; es trabajo, esfuerzo, inversión, administración y gestión”.

La mandataria aseguró que el sector empresario está realizando una “transformación cultural” en sintonía con las políticas impulsadas desde el gobierno nacional y destacó que “inviertan para sostener la oferta” de bienes.

Al inaugurar la planta de la empresa informática Bangho Argentina, en el barrio porteño de Parque Patricios, la Presidenta contrastó lo que ocurría años atrás cuando el país “no impulsaba, no tenía políticas para los que producían, no fomentaba la producción, la inversión en ciencia y tecnología” y, en ese marco, los empresarios “importaban” porque “de algo tenían que vivir”.

“No estamos simplemente ante inauguraciones sino ante cuestiones que definen la Argentina de nuestros días”, reflexionó Cristina y dedicó algunas bromas a los directivos de Bangho, quienes “hasta el 2006 fueron importadores” y luego “tuvieron que ponerse a producir porque no se los dejó importar más”.

Cristina Fernández subrayó que se trata “no sólo de una transformación económica, sino una transformación cultural” y consideró que ese cambio “es la prueba” del cambio de actitud del Estado.

“Esta es la prueba de que cuando el Estado dota a los empresarios de los instrumentos necesarios, de políticas que los impulsa y los promociona, las cosas pueden transformarse para bien y generar trabajo para los argentinos”, insistió.

La jefa de Estado mencionó varios ejemplos de logros por parte del sector empresario, entre ellos la colocación de un bono a diez años de la empresa Transener, en un “mundo que se derrumba estrepitosamente, lo que refleja la fortaleza de la economía argentina”.

“Que todos sepan que no es magia, no es viento de cola, no es suerte; es trabajo, esfuerzo, inversión, administración y gestión correcta de los recursos que nos permite asignar recursos no sólo en obras de infraestructura formidable, sino en cuestiones que tienen que ver con la calidad de vida”, declaró.

La Jefa de Estado priorizó, entre las políticas del gobierno, “impulsar la inversión para sostener la oferta” porque, explicó, “la demanda también la estamos haciendo nosotros con las políticas sociales”.

“Sostener, impulsar y fomentar la demanda agregada y lo que necesitamos es que los empresarios inviertan para sostener la oferta que esa demanda tiene, y no tener las tensiones propias en la economía y en los procesos de crecimiento”, remarcó.

Con todo, la Presidenta advirtió que “esta Argentina, que de tantas décadas de abandono, de no hacer nada, todavía tiene fuertes desigualdades que tenemos que cubrir y abordar”.

“Tenemos sectores donde hay que llegar con el agua, la cloaca, la luz eléctrica, el gas; estamos tendiendo la línea Nea-Noa para que se puedan radicar muchas industrias”, detalló la Presidenta.

Definió la situación como “una Argentina de contrastes” y concluyó: “Tenemos que hacernos cargo de esos contrastes y seguir trabajando para seguir achicando la brecha social; esto es clave porque impacta en toda la sociedad, en la economía, en el consumo, en la seguridad”.

“Uno de los principales problemas es el tema de la desigualdad porque genera mucho resentimiento y mucha tensión en la sociedad”, planteó.

Cristina Fernández aseguró que su gobierno “va a seguir” trabajando para mejorar la calidad de vida de los argentinos.

“No nos vamos a apartar de ese camino virtuoso, para que crezca, genere empresarios, como Bangho, que ahora produce y genera trabajo para los argentinos”, insistió la Presidenta.

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