La Asamblea de Mayores Contribuyentes aprobó ayer las ordenanzas fiscal e impositiva que comenzarán a regir desde el año próximo en el Partido de Avellaneda, con un aumento del 23 por ciento en la Tasa de Servicios Generales (TSG) y la implementación gradual de una nueva modalidad de cálculo de los importes a pagar, los cuales a partir de ahora serán fijados de acuerdo con la valuación fiscal de las propiedades.

Tal como establecen las nuevas ordenanzas, que alcanzan también a comercios e industrias y que comenzarán a regir en una primera etapa para zonas residenciales, como Crucecita, Avellaneda Centro y Wilde Centro, habrá un tope máximo a los aumentos que arroje este nuevo sistema de cálculo, para evitar subas abruptas y desmedidas.

Durante la sesión del Concejo, distintos integrantes de bloques de la oposición expusieron algunos cuestionamientos y objeciones políticas, tanto al porcentaje del aumento como al cálculo de la tasa por valuación fiscal.

Ruben Conde, del GEN, integrante del Frente Amplio Progresista, señaló «la contradicción con el modelo nacional, ya que mientras se dice que hay un 8% de inflación anual, las tasas aumentaron casi un 50% en dos años. O nos miente el Gobierno Nacional, o tenemos un intendente con una gran voracidad de recaudación», fustigó.

Asimismo, la concejal de la Coalición Cívica, Isabel Rodríguez, criticó la decisión del oficialismo «asimilar la cobranza de la TSG a un impuesto provincial (ya que la valuación fiscal de las propiedades la establece ARBA) alterando la naturaleza de una tasa por servicios prestados».

En el mismo sentido se expresó el concejal de la Unión Cívica Radical, Rodrigo Galetovich, quien además cuestionó los valores excesivos que se pagan en Avellaneda por la tramitación de la licencia de conducir y de algunos gravámenes que se cobran en el cementerio municipal, entre otros.

La presidenta del bloque de concejales del Frente para la Victoria, Sandra Alice, defendió la posición del oficialismo, al recordar que el cambio en el sistema de cálculo de la tasa por valuación fiscal (la cual destacó que es significativamente más baja que la cotización de mercado) era un tema consensuado desde hace muchos años en el Concejo, para buscar mayor equidad en la cobranza de todos los servicios que presta la comuna.

La ordenanza impositiva fue votada en general por unanimidad, mientras que la fiscal tuvo 30 votos a favor y 6 en contra.