Duras críticas del concejal Rubén Conde al presupuesto municipal

El concejal del GEN-FAP Rubén Conde emitió un comunicado referido al proyecto de presupuesto para el año en curso remitido por el Departamento Ejecutivo al Concejo Deliberante.

“De ninguna manera podemos dar nuestro visto bueno a un presupuesto que, a la luz de las ejecuciones presupuestarias anteriores y el estilo de administración del ejecutivo municipal, sabemos que es un dibujo, que es falso y que deja abiertas zonas oscuras deliberadamente para adecuaciones posteriores que siempre son antojadizas y no se reflejan en más y mejores obras y servicios para los vecinos”.

Conde sostuvo que “el año pasado el Concejo aprobó un presupuesto sobre el que después se realizaron 141 decretos de adecuaciones. Eso da un promedio de casi un decreto cada dos días y medio lo que quiere decir que el ejecutivo municipal hace lo que se le antoja y que, en realidad, no existe previsión presupuestaria en Avellaneda”.

“No estamos dispuestos a ratificar con nuestro voto la tomadura de pelo que año tras año el oficialismo le hace a los vecinos. Para el intendente la presentación del presupuesto es nada más que un formalismo que debe cumplir y luego termina haciendo lo que se le da la gana. Si él sabe que el presupuesto es un dibujo nosotros no podemos ser sus cómplices votando una ordenanza que luego adecuarán a un promedio de más de 12 veces por mes. El presupuesto tal como se nos presenta y ejecuta es una timba”.

Conde consignó que en el último ejercicio presupuestario se observan que en las partidas de gastos se generaron ampliaciones por $1.129 millones. y deducciones por $504 millones. Y que respecto al cálculo de recursos se amplió en $735 millones y se redujo en $110 millones, lo que dio un saldo “favorable” de $625 millones.

“El presupuesto que han pretendido hacernos votar no es real y, por lo tanto, lo que allí se dispone nunca se termina haciendo. Por eso, no podemos avalar con nuestro voto una norma presupuestaria que finalmente termina siendo emparchada por la vía del decreto sin que importe ni la opinión ni la capacidad de control de los vecinos a través de sus representantes”, agregó el edil.

“Año tras año el Intendente subestima los montos presupuestarios y a los vecinos. Nos asegura previsiones presupuestarias que jamás se cumplen, hace dibujar los números hacia abajo para después aparecer como un gran recaudador. Lo que nadie dice es que eso se debe a tres factores centrales: el primero es que recibe dinero extra de la Nación que recauda nominalmente más por la vía inflacionaria; el segundo es que ha aumentado la presión tributaria sobre los vecinos sin que se adviertan mejores servicios; y el tercero es que modifica las partidas presupuestarias con la misma facilidad con la que cualquiera mezcla un mazo de cartas. El problema está en que volver a mezclar el mazo hasta 144 veces por año vuelve imprevisible e incontrolable la la gestión transformándola en una verdadera timba”; sentenció Conde.

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