Cerró el Programa de Verano de la UNLa con un colorido show para los chicos

El cierre por los 20 años del programa de la Universidad que brinda un mes de jornadas gratuitas de deportes y actividades culturales a chicos que asisten a comedores escolares, contó con shows, bailes, merienda y regalos para todos.

No fue una edición más. Fue un enero muy especial. Porque el Programa de Verano de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa) “Los derechos de los niños no se toman vacaciones”, que brinda un mes de jornadas gratuitas de deportes y actividades culturales a chicos que asisten a comedores escolares y comunitarios de la zona, cumplió 20 años de existencia ininterrumpida. Y el festejo de cierre de este viernes fue a lo grande: con un Aula Magna Bicentenario colmada por más de 500 chicos y referentes de las instituciones barriales, se hizo el evento despedida con shows de payasos, acrobacias y la visita de los Reyes Magos.

La tarde empezó con una proyección de un video, donde los chicos pudieron ver un resumen de lo que hicieron durante el mes en el predio de la UNLa. Acto seguido, aparecieron las risas de la mano de Matías Sosa –más conocido como Tute Showman-, uno de los comediantes, animadores y payasos más reconocidos de Lomas de Zamora, quien en su tiempo libre colabora con comedores, merenderos y hospitales públicos. Tute desplegó en el escenario todo su arsenal de chistes y malabares.

Luego fue el turno de los profesores del programa de verano, que prepararon un show de acrobacias.
Cuando promediaba la tarde, llegó uno de los momentos más esperados: aparecieron en el escenario los tres Reyes Magos, acompañados por “La Chilindrina”, el entrañable personaje de “El Chavo del 8”. Juntos hicieron chistes y bailaron, ante los aplausos de los presentes.

Para finalizar, los Reyes Magos junto a los integrantes del Programa de Verano, compartieron una merienda con los chicos; les entregaron diplomas de asistencia; les anunciaron que todos podrán acceder a una semana gratis de pileta en las instalaciones del Club Lanús durante febrero, gracias a los directivos de la institución granate; y les regalaron pistolas de agua a cada uno.

El programa
El programa se inició en 2000, apenas tres años después de la creación de la UNLa, y desde entonces se viene realizando todos los años de manera ininterrumpida, y es llevado adelante por la Dirección de Deportes y Recreación de la UNLa, dependiente de la Secretaría de Bienestar Universitario.

Durante el mes, una brigada de profesores de educación física y ayudantes contratados con este único fin se ocupó de los chicos, organizados por grupos etarios (de 5 a 7 años, 8 a 10 años y 11 a 13 años). En cada jornada, los nenes asistieron a dos talleres a cargo de profesores y especialistas en diversas artes, deportes y disciplinas: desde taekwondo y gimnasia rítmica hasta ajedrez y bijouterie; desde talleres de oficios donde los asistentes aprenden carpintería, mecánica e informática hasta iniciación deportiva, pasando teatro y percusión.

Al llegar a la Universidad en micros rentados especialmente por la UNLa para el traslado recibieron un refuerzo de almuerzo, y antes de volver a sus casas tomaron una merienda. Mientras tanto, los referentes de los merenderos y comedores que los acompañan (son un total de 15 instituciones barriales) tuvieron también la posibilidad de asistir durante la tarde a talleres formulados especialmente para ellos. Durante el mes del programa, además, médicos y odontólogos visitaron el campus para realizarles chequeos a todos los asistentes.

“Desde las primeras ediciones, no imaginábamos llegar a los 20 años del Programa de Verano y el prestigio que ha ganado. Pero nuestro objetivo final, más allá del servicio a la comunidad donde la UNLa está inserta, es concientizar a los chicos que las universidades públicas son espacios que le pertenecen a todos los argentinos sin excepción y que ellos tienen el derecho a soñar con un futuro universitario si lo desean”, explica Juan Loise

Desde el inicio del Programa pasaron por él unos 26 mil chicos de Lanús, Lomas de Zamora, Esteban Echeverría y Almirante Brown. Además de la recreación, uno de los principales objetivos es que los chicos perciban a la casa de altos estudios como algo cercano, un sitio que resulte ser el disparador de sus aspiraciones.

En ese sentido, chicos que alguna vez transitaron el Programa de Verano, hoy como adultos, son estudiantes de diferentes carreras de la Universidad. Tan posible como soñar, y como transformar los sueños en un proyecto de vida. En definitiva, de eso de trata.

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