Bonafini: “Me puse en rebeldía desde 1977 cuando me quitaron a mi primer hijo”

La presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo insistió en que no puede declarar ante un juez al que no respeta y que “es una vergüenza”, en referencia a Marcelo Martínez de Giorgi, quien investiga la causa Sueños Compartidos.  Bonafini “puede ser detenida en cualquier momento”, dijo el juez.

“¿Saben desde cuando estoy en rebeldía? Yo me puse en rebeldía el 8 de febrero de 1977 cuando me quitaron a mi primer hijo. Desde ahí yo me rebelo frente a todas las injusticias. Cuando a uno le roban a toda la familia, en cinco años, como hicieron conmigo, ¿a qué le podría tener miedo ahora?”, definió la titular de Madres en diálogo con Radio Del Plata.

“Nosotros estamos en rebeldía para que nunca más un argentino tenga que llorar a un hijo desaparecido, a un hijo torturado, a un hijo tirado al río; y este Gobierno tiene esas ganas, porque son de la misma clase”, manifestó en declaraciones hechas esta mañana en la sede de la Asociación, en el barrio porteño de Congreso.

Bonafini contó que durante la noche le ofrecieron “hasta autos especiales, taxis aéreos para llevarme a Mar del Plata, gratis”, donde está prevista su participación en un congreso.

La representante de Madres de Plaza de Mayo añadió que “yo no puedo declarar ante el juez porque no lo respeto porque él no nos respeta a nosotros. Jueces pagos por un Estado o por diarios como Clarin… yo no lo puedo respetar como mujer, como madre de desaparecido¸como mujer del pueblo. No puedo respetar a tipos tan débiles”.

Además invitó al magistrado a “revisar las 40 cajas que le mandamos (las Madres) y los back up” porque, lamentó, “ni las miró”.

“No tiene verguenza. Le tiraron de los huevos porque no hizo nada desde hace mucho tiempo en la causa y ahora la mueve con las indefensas. Que se la agarre con (Sergio) Schoklender y no con viejas que estamos más cerca del arpa que de la guitarra”, añadió.

Bonafini contó además que durmió “bien” con “tanto apoyo y amor de la gente” los que “se quedaron toda la noche acompañándome y eran de todos los colores políticos”.

También agradeció los “miles de llamados internacionales” así como la invitación a permanecer en embajadas de otros países.

“Yo les agradezco pero no tengo miedo.¿Qué miedo puedo tener? Tampoco es la primera vez que iría presa”; dijo; y recordó que “la primera vez” que estuvo detenida, durante la dictadura cívico militar, fue “a los quince días de desaparecido mi primer hijo. Ahí nos metían en celdas con muertos. Eso era terrible”, evocó.

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