Aniversario del 24 de marzo: la UTN Avellaneda participó de la presentación de un libro en homenaje a Graciela Pane 

El acto fue realizado por la Municipalidad con la presencia de Lina Avellaneda, hermana de Graciela y autora de la publicación. 

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Apoyando y acompañando los actos en conmemoración a 46 años del último Golpe Militar en el país, la Facultad Regional Avellaneda de la Universidad Tecnológica Nacional participó de la presentación del libro “Cartas a Gracielita” de la compositora Lina Avellaneda, hermana de Graciela Pane, estudiante de la Facultad secuestrada y asesinada en 1975 por la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A).  

 

La actividad, enmarcada en la “Expo Memoria: Derechos Humanos y Democracia para Siempre” que organiza la Municipalidad de Avellaneda los días 25 y 26 de marzo, contó con la participación del Dr. Claudio Yacoy, Secretario municipal de Derechos Humanos; del Decano de la FRA, Lic. Luis Garaventa; de la Prof. Evangelina Pizzinini, docente de la materia Construcción de la Ciudadanía de la Escuela N.º 28 “Graciela Pane” de Villa Domínico; y de Camila Ruiz, expresidenta del Centro de Estudiantes y egresada de dicho colegio.   

 

El Dr. Yacoy presentó el encuentro como reivindicación “no solo de los Derechos Humanos, sino de que toda política pública debe estar sostenida por la actividad militante”. “Como sociedad tenemos el gran desafío de hacer justicia, de no olvidar y de no permitir un solo caso de impunidad en el país. La lucha de Lina hizo que el nombre de Graciela Pane se volviera masivo, por eso realizamos este homenaje a Graciela como símbolo para quienes militamos”, afirmó.

   

En cuanto al desarrollo de la causa, si bien destacó que se trata de “un caso emblemático”, “esta Justicia no nos garantiza nada”, indicó Claudio Yacoy. “El tema de los juicios ha quedado como responsabilidad de un sector muy pequeño de la sociedad, cuando debería ser parte de la preocupación cotidiana. Son 30 mil compañeros que empuñaron una idea sobre qué tipo de país querían construir, eso los volvió peligrosos. Para poder reivindicar su lucha, debemos hacer realidad su legado, los responsables del genocidio tienen que tener condenas ejemplares y debe haber también un ‘Nunca Más’ para las víctimas que cayeron antes del 24 de marzo”. 

 

Posteriormente, y visiblemente emocionada, Lina Avellaneda contó que el libro surgió por un pedido de los organismos de Derechos Humanos de que los familiares de los desaparecidos escribieran relatos acerca de sus vidas cotidianas. “Es una expresión espontánea y sincera del amor que tengo por mi hermana”, expresó, y agradeció a cada uno de los participantes: “Evangelina fue instigadora de que el nombre de Graciela se pusiera en consideración para la Escuela, y eso es para siempre, se lo debo a ella y a sus estudiantes. Luis Garaventa es un amigo que siempre nos abrió las puertas de la Facultad, que fue la última morada de mi hermana, y el Dr. Yacoy es un gladiador de los Derechos Humanos”. 

 

Luego, leyó fragmentos de cartas dedicados a Graciela Pane, uno de estos escrito por su madre, donde resalta que Graciela “quería ser científica, investigar, ayudar a la gente. Estudiaba y luchaba en la Universidad por sus compañeros. Sus ideas no están muertas, persisten en miles de jóvenes que luchan como ella”. “Mi hermana ante cualquier adversidad pedía una sonrisa, así es como la recuerdo y necesito ver en esa sonrisa la utopía y la esperanza de sus ideales”, afirmó Lina Avellaneda. 

 

El Lic. Garaventa, en tanto, resaltó a Graciela Pane como un símbolo de lucha, “un estandarte que nos sigue acompañando en la Facultad”. “Ingresé a la UTN como docente en los años 90, una época complicada por los intentos de privatización de la educación, y en las luchas que llevamos adelante siempre estuvieron presentes los ideales de Graciela”, recordó, y manifestó que “desde la Regional Avellaneda estamos orgullosos de ser partícipes de esta jornada”.   

 

Por parte de la Facultad, acompañaron también el encuentro el Ing. Víctor Barbuto, Vicedecano; el Ing. Ariel Báez, Secretario de Planeamiento y Gestión Académica; Julián Saragüeta, Secretario de Relaciones Institucionales; el Ing. Federico Mastronardi, Secretario de Bienestar Universitario; el Centro de Estudiantes de la UTN Avellaneda y representantes de FAGDUT. 

 

Desde la Escuela N.º 28, la Prof. Pizzinini relató que, en el año 2015, con el proyecto de poner un nombre a la institución, surgió la propuesta de llamarla Graciela Pane, y que tuvo el apoyo de parte de los alumnos, quienes “se apropiaron del nombre, de la historia de Graciela, y la llevaron al barrio y a sus familias”. “Hoy, siete años después, ese nombre está institucionalizado y tenemos el compromiso de sostener su memoria y la de los 30 mil compañeros desaparecidos”, narró. Además, recordó que, en el marco de un taller de Educación Audiovisual desarrollado desde el Instituto de Educación No Formal (IDENF) de la FRA, visitaron el Parque de la Memoria y que los estudiantes “con mucha emoción, identificaron el nombre de Graciela Pane en los muros del Parque. Eso genera identidad y conciencia”. 

  

En el mismo sentido, Camila Ruiz remarcó que comenzó a militar en la Escuela a los 13 años y que hoy, ya egresada, ve con orgullo como “cientos de pibes llevan en su pecho una remera que dice ‘Escuela Pública número 28, Graciela Pane’”, y agradeció a Lina por incluir en el libro la historia del nombre del colegio. 

 

La actividad concluyó con una interpretación de Lina Avellaneda de una zamba de Graciela Pane, musicalizada por Laura Vallacco y con el acompañamiento en guitarra de Osvaldo Burucuá. El acto tuvo lugar en el Parque Municipal Multipropósitos “La Estación”, ubicado en av. Güemes 700. 

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