Alak desmiente que el traslado de detenidos altere la situación de internos que estudian en Devoto

El Ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, sostuvo que “el traslado al Centro Penitenciario de Devoto de quince imputados por crímenes de lesa humanidad, que están alojados en el Hospital del Centro Penitenciario de Ezeiza, obedece a cumplir el mandato de alojamiento en cárcel común de este tipo de detenidos que ya tienen el alta médica”.

Al salir al cruce de información aparecida hoy en un matutino porteño, Alak sostuvo que “el traslado de los detenidos por causas de lesa humanidad de ninguna manera afecta a los internos que cursan estudios en el Centro Universitario de Devoto (CUD), ya que no van a ser trasladados ni mudados del lugar de donde están y seguirán ocupando los mismos espacios que hasta el presente”.

El ministro desmintió a la abogada Roxana Genovés, que en el patrocinio de tres internos presentó un amparo ante la Jueza Wilma López, y sostuvo que “en Devoto no hay ningún pabellón VIP, ya que todos los internos están en una situación igualitaria”.

Alak agregó que “la situación es exactamente al revés de lo que sostiene Genoves. Hoy tener internos procesados por delitos de lesa humanidad en el Hospital de Ezeiza cuando tienen alta médica, es tenerlos en una situación VIP”.

“La resolución de la jueza Wilma López que había paralizado la decisión del servicio penitenciario, fue revocada ayer por la Cámara del Crimen de la Capital Federal” precisó.

El ministro reiteró que “el traslado de presos de lesa humanidad del Hospital de Ezeiza a Devoto se produce a partir del alta médica de todos ellos, y la imposibilidad de seguir alojándolos en el Hospital, lo cual constituye una situación de privilegio inaceptable”.

“En la cárcel de Devoto hay detenidos por crímenes de lesa humanidad y también hay un hospital penitenciario por si eventualmente se produce algún problema con su salud”, dijo.

Alak explicó que “los procesados o condenados por delitos de lesa no van a compartir el mismo espacio ni con los internos que estudian en el CUD, ni con otros internos. Se está refaccionando un lugar actualmente desocupado y en desuso, que se encuentra cercano a los pabellones 49 y 50 del penal de Devoto”.

El amparo fue presentado por una decena de internos. El resto de los 300 estudiantes se abstuvo de solicitar esta medida. El Centro Universitario de Devoto había sido fundado años atrás por un grupo de internos entre los que se encontraba Sergio Shocklender.

La Justicia Nacional había realizado una serie de allanamientos meses atrás, en donde se secuestraron del Centro Universitario de Devoto más de 70 celulares que habían ingresado ilegalmente, y desde donde se realizaban secuestros virtuales.

Los mismos internos habían solicitado años atrás a la Jueza Wilma López que modifique el reglamento de requisa de los visitantes, pero desde la modificación de la reglamentación comenzaron a detectarse el ingreso de celulares al Penal, lo que obligó a instalar un sistema de última generación para detectar el ingreso de teléfonos, lo cual permitió solucionar el reiterado ingreso de celulares.

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