Un desarrollo del INTI reduce la anemia en la población escolar

Un estudio reveló que el consumo de galletitas fortificadas con hierro desarrolladas por el INTI logró reducir los niveles de anemia en más de un 50 por ciento en chicos de entre seis y ocho años. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la anemia se diagnostica por la evaluación de la hemoglobina, para lo que el INTI empleó un fotómetro portátil.

Luego de realizar un relevamiento en cuatro escuelas públicas de Avellaneda, en la zona sur del Gran Buenos Aires, y comprobar que más del 40 por ciento de los alumnos de primer y segundo grado presentaban una baja concentración de hemoglobina en sangre, se puso en marcha un programa destinado a mejorar la salud de esa población escolar a partir de la incorporación de un producto desarrollado por el INTI: se trata de una galletita o bocado fortificado con hierro orgánico.

 

La iniciativa, que recibe el nombre de NutriFe, implicó los estudios de la sangre de 355 estudiantes, cuyo análisis evidenció la presencia de diferentes niveles de anemia —leve, moderada o severa— en el 43 por ciento de los casos analizados. Ante ese escenario, y con la colaboración de los docentes de cada una de las cuatro escuelas intervinientes, se impulsó el consumo por parte del alumnado de las galletitas fortificadas con hierro orgánico —específicamente, hemoglobina de origen bovino, aportada, en el marco del proyecto, por la empresa santafesina Yeruvá. A cuatro meses de los primeros análisis, se comprobó que solo el 17 por ciento presentaba algún tipo de anemia.

 

La anemia severa se eliminó en un 100 por ciento de los chicos que fueron analizados al comienzo y en la segunda etapa del estudio; en cuanto a la anemia moderada, se pasó de 95 estudiantes a 39; y en el caso de la leve, de 48 a 22. Al respecto, la encargada del proyecto desde el INTI, la licenciada en Nutrición e investigadora Érica Smutt, señala que “el producto contribuye a la prevención, no es un remedio que cura definitivamente, pero sí se ha probado su aporte”.

 

“Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), si en una comunidad más del 40 por ciento de la población tiene anemia se considera un caso severo y debe haber intervención por parte del Estado”, precisa Smutt. Además, destaca que “no había antecedentes en el país de estudios poblacionales bioquímicos en este grupo etario”, y en relación a las galletitas, explica: “Alrededor de 30 gramos del producto desarrollado por el INTI aporta tanto hierro hemínico de buena calidad nutricional como 100 gramos de carne”, aunque aclara que no por ello se debe pensar como un reemplazo, sino como un complemento.

 

A su vez, la nutricionista señala que se puede pensar en otros alimentos con hemoglobina, como caramelos, barras de cereales, chocolates y también productos aptos para celíacos; en tanto que “la fortificación con hierro orgánico es una vía mejor tolerada por el organismo que la medicación”.

 

La iniciativa, que se gestó originalmente en el Centro de Carnes del INTI, ha contado a lo largo de los años en que viene desarrollándose con la participación no solo de Yeruvá sino también de otros tres actores: la Escuela de Nutrición de la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Municipalidad de Avellaneda y la Fundación FILA, dedicada a la producción de las galletitas.

 

Los análisis, diagnósticos y procedimientos, a cargo de Smutt, contaron con la aprobación del comité de Ética del Hospital de Clínicas, y con el consentimiento de las familias de los alumnos. Además, tanto padres y madres como chicos recibieron información relacionada a la anemia y sus alcances, y a los aportes del producto desarrollado en el organismo tecnológico.

 

El desarrollo está disponible para todos los municipios del país, como así también para otros niveles de gobierno y para empresas del sector privado dentro de la industria alimentaria que deseen elaborar galletitas o bocados con estas características.

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