Tomar el hormiguero

Escribe Claudio Penso, especialista en impulsar procesos de cambio y crecimiento.

Hay una estrategia urdida por la reina enemiga, finge su propia muerte para ser conducida a la metrópoli. Una vez allí, se despierta y mata a la reina verdadera. De inmediato comienza a parir a sus propios hijos, quienes en poco tiempo toman el control del hormiguero. Las hormigas son transformadas en esclavas, alimentan a la falsa monarca y a sus crías, no saben que se trata de impostores.

 
Los etólogos han descubierto otras especies de hormigas esclavistas en el Amazonas. Utilizan una táctica de mayor confrontación y envían hasta tres mil hormigas soldados para invadir un hormiguero y capturar a sus esclavas.

 
El tamaño de la especie Temnothorax pilagens es dos milímetros y medio, el radio de acción para sus operaciones de caza y secuestro se restringe a unos pocos metros. Los blancos de ataque son hormigas que viven dentro de huecos en estructuras vegetales robustas. Estos hormigueros son como castillos, con paredes gruesas y una única entrada de apenas un milímetro de diámetro, por donde no pueden entrar hormigas enemigas más grandes.

 
Los grupos comandos están formados por sólo cuatro individuos. Una vez en el interior, el asalto se completa con éxito y de un modo asombroso.
¿Cuál es la razón por las que las hormigas invadidas no se defienden o huyen?
Las hormigas atacadas no muestran agresividad porque han perdido su capacidad de reconocer al enemigo. Fue neutralizada mediante compuestos químicos especiales sobre la cutícula de las hormigas esclavistas. Esto les permite volver al lugar a secuestrar a otras adultas y sus crías.
En nuestros equipos de trabajo hay actitudes de algunos miembros que los hacen parecerse a las hormigas invasoras. Parecen participar de la confraternidad pero actúan como enemigos. No son percibidos como tales y la impunidad los protege mientras hacen su propio juego. Captan la voluntad de otros, venden su lealtad y valores. Cuando son advertidos por el grupo, ya es tarde, no están al alcance porque han elegido otro hormiguero.

 
claudio@claudiopenso.com
 

 

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