Bécquer precisó que la sangre recolectada irá al Instituto del Quemado y a los hospitales Santojani y Pirovano y remarcó que lo que se busca es “facilitar la donación a aquellas personas que quieran asumir esa responsabilidad sin modificar sus vidas cotidianas”.

Los requisitos para los donantes fueron, como es habitual, tener entre 18 y 65 años, pesar más de 50 kilos, estar en buen estado de salud, llevar documento de identidad, no estar cursando un embarazo y que haya pasado más de un año desde el último tatuaje o piercing.

Según datos de la cartera sanitaria, nueve de cada 10 personas necesitarán sangre en algún momento de su vida, por lo que convocaron a donar de manera voluntaria y periódica.

En tanto, desde el hospital Garrahan precisaron que sólo el 1,5 de la población argentina dona sangre, mientras que para cubrir las necesidades transfusionales a nivel nacional “se requiere elevar el porcentaje a un 5 por ciento”.

En ese centro de salud se transfunden cada semana aproximadamente 600 unidades de componentes de la sangre para el tratamiento de niños que padecen enfermedades de mediana y alta complejidad, por lo que se necesitan en promedio 60 donantes diarios para cubrir la demanda.

El Garrahan recibe además 240.000 consultas médicas, 9.000 cirugías de alta complejidad y 18.500 internaciones cada año.

De la sangre que se extrae a los donantes se obtienen glóbulos rojos (hematíes), que se utilizan para el tratamiento de hemorragias y anemias; plaquetas, que se usan en casos de hemorragias y pacientes oncológicos, y plasma, que se envía a las plantas de hemoderivados para producir albúmina, útil para tratar enfermedades hepáticas y quemaduras.