Inaugurado por Juan Domingo Perón en 1952, el Policlínico del Sindicato del Vidrio ubicado en la intersección de las calles Ayacucho y Formosa, en Don Bosco, continúa creciendo gracias al aporte de sus afiliados y de todos aquellos de otros rubros que lo eligen como cobertura de salud.

«Este es un lugar histórico. Tenemos la escritura firmada por Juan Domingo Perón y acá se le hizo la primera bomba de cobalto a Evita», aseguró el Secretario General de la Seccional Avellaneda del Sindicato de Obreros del Vidrio, Edgardo Puglisi.
El edificio, imponente en cuanto a estructura y a capacidad para brindar servicio, tiene solo dos «clones» en todo el país porque cuando el entonces presidente ideó esta obra construyó otros dos hospitales similares, uno «bancario» y otro «militar».

Puglisi llegó al Sindicato por los años ’70, cuando el gremio tenía 22.000 afiliados. «Por el ’80 éramos 17.000 y fuimos bajando a medida que se fueron aplicando las nuevas tecnologías, hasta llegar al día de hoy con 8.000 afiliados a nivel nacional», comentó el Secretario General.

En ese sentido, remarcó que para poder solventar los gastos y seguir brindando un servicio de calidad, la obra social trabaja con PAMI, que aporta otros 12.000 afiliados, con IOMA y con muchos particulares de la zona que conocen el policlínico y lo eligen como cobertura.

El Policlínico, que lleva el nombre de su impulsor, tiene una capacidad para 190 camas, con una terapia intensiva para 16 pacientes. «Es grandísimo, tenemos cuatro quirófanos, todas las especialidades y equipos de primera. De hecho acá se han hecho hasta operaciones a corazón abierto», aseguró Puglisi.

«También tenemos un tomógrafo y ambulancias propias -agregó- y lo que nos faltaría es el equipo para resonancia nuclear, para lo cual ya tenemos pensado acondicionar una habitación especial para poder brindar el servicio».

Además, la obra social cuenta con consultorios externos y privados en diversas localidades, para que sus afiliados puedan tener una más rápida atención sin necesidad de trasladarse hasta Don Bosco.

Para aquellos que se acercan hasta el lugar, las autoridades del Sindicato destinaron un vehículo que, cada quince minutos, acerca a los familiares de los pacientes en forma gratuita hasta las estaciones Don Bosco y Bernal, y viceversa.

Cambio de cara
Con los servicios funcionando a pleno, las autoridades del sindicato del vidrio decidieron ponerse a trabajar en la modernización del mobiliario y en profundizar las comodidades que recibe cada uno de los pacientes, ya sean internados como ambulatorios.

En ese sentido, Puglisi informó que, entre otras cosas, se han adquirido camas nuevas y modernas, para reemplazar a las «viejas camas que se inclinaban con la tradicional manija».

«Además vamos a poner aire acondicionado frío-calor, para reemplazar los radiadores, y sillones para que los familiares de los pacientes puedan quedarse en un lugar más cómodo», expresó.

«Queremos cambiarle la cara y, además de seguir brindando un buen servicio, que sea atrayente para que más trabajadores se sumen a nuestra obra social», afirmó Puglisi.

«La crisis de 2001 nos provocó un defasaje como a todos y muchos migraron hacia las prepagas, pero ahora en las privadas cada trabajador está pagando hasta dos mil pesos, además del 3 por ciento que se descuenta por ley», explicó.

«Es una barbaridad de dinero que el trabajador podría ahorrarse -añadió- porque nosotros ofrecemos las mismas prestaciones y con los mismos médicos».
En otro orden, Puglisi aseguró que el principal problema por el que atraviesan las obras sociales son las demoras para cobrar del gobierno lo correspondiente a la Administración de Programas Especiales (APE).

«Todo lo que es discapacidad, oncología o HIV lo pagamos nosotros y después presentamos las facturas, pero a veces tenemos que esperar entre seis y siete meses para recuperar el dinero que pusimos», manifestó Puglisi.

«En estos momentos nos están debiendo dos millones de pesos y eso para nosotros es mucho -puntualizó- además es dinero de los trabajadores».

Geriátrico propio
Otro de los servicios que brinda el Policlínico del Vidrio es el geriátrico, donde hoy conviven cerca de cuarenta adultos mayores.

Esta iniciativa surgió hace dos años y, con el respaldo y apoyo de la Delegación de Quilmes del PAMI, empezó a dar sus frutos.

«Los familiares de la gente que está en el geriátrico están muy contentos porque es como el Sheraton comparado con otros, tienen hasta parque para salir a tomar mate», afirmó Puglisi.

«Además, ante cualquier eventualidad, ni siquiera hay que llamar a una ambulancia. Tenemos todas las especialidades acá mismo», resaltó.

Prestaciones

Consultorios externos: Alergología, Cardiología, Cirugía, Clínica Médica, Dermatología, Endocrinología, Gastroenterología, Ginecología, Hematología, Hemoterapia, Infectología, Kinesiología, Neumonología, Neurología, Neuropsicopatología, Nutrición, Oncología, Urología, Pediatría, Ortopedia, ORL.

Servicios complementarios: Ecocardiografía, Tomografía Computada, Ecografía Trnasvaginal, Prácticas Dermatológicas (Biopsias – Electroagulación), Cirugía Vascular, Ecografía, Lab. Análisis Clínicos, Rectoscopía, Colonoscopía, Ecodopler.

Alta Complejidad: Cirugía Cardiovascular, Neurocirugía, Cirugía Laparoscópica Hepatobiliar, Endoscopías con equipo de video.

Cirugía: Artroscópica, Laparoscópica, General, Ginecológica, Plástica.

Urgencias: Guardias las 24 hs. todos los días del año.

Turnos para consultorios externos: de lunes a viernes las 24 horas a los teléfonos: 4251-1625 / 4388-1033.

Directo prestaciones médicas, de lunes a viernes de 7 a 16 horas al 4252-2091.
Prestaciones médicas OSPIV Central: 4923-3114.

Directo internaciones: de lunes a viernes de 7 a 16 horas al 4252-2092
Central telefónica: 4252-2093 / 2094. Deriva a los internos: Secretaría de Dirección. Oficina de Sueldos. Rayos. Laboratorio. Farmacia. Enfermería. U.T.I.

Como adherirse: Para sumarse a la Obra Social, los interesados podrán hacerlo con los documentos de identidad correspondientes y el acta de matrimonio en caso de estar casados, de lunes a viernes de 9 a 16 horas. «Ni bien se anotan son dados de alta y en apenas seis meses ya tienen acceso a todos los servicios», explicó Puglisi.