Mons. Frassia compartió un momento de oración con presos de la Alcaidía de Avellaneda

El obispo de Avellaneda –Lanús, monseñor Rubén Frassia, junto con el equipo diocesano de Pastoral Carcelaria, visitó el lunes 10 de abril la Alcaidía Departamental de Avellaneda, donde recorrió los pabellones y compartió un momento de reflexión sobre la importancia de la Semana Santa. Los detenidos y catequistas expresaron sus peticiones espirituales, que presentarán en la celebración del Viernes Santo en la catedral Nuestra Señora de la Asunción.

El obispo de Avellaneda –Lanús, monseñor Rubén Frassia, junto con el equipo diocesano de Pastoral Carcelaria, visitó el lunes 10 de abril la Alcaidía Departamental de Avellaneda, ubicada en la colectora de la autopista La Plata-Buenos Aires y calle Nicaragua.

Durante la visita a los pabellones, donde compartieron un momento de reflexión sobre la importancia de la Semana Santa, tanto los detenidos como los catequistas rezaron y presentaron sus peticiones espirituales, que el prelado presentará en la celebración del Viernes Santo en catedral la Nuestra Señora de la Asunción.

 

Monseñor Frassia destacó que “sufrir, sufrimos todos, distintos sufrimientos, distintas vicisitudes, distintas tribulaciones, pero todos sufrimos. El problema no es el sufrimiento como tal, sino el sentido que uno le pueda dar al sufrimiento, la dirección que uno le pueda dar, cómo uno lo encausa, en qué sentido uno capta esto”.

 

“Porque el sufrimiento nos puede quebrar o nos puede hacer madurar. Dependerá de nosotros, en la medida de nuestras posibilidades y de nuestra capacidad de respuesta, si realmente nos quebramos o si crecemos y maduramos”, agregó.

 

“Jesús nos trae la salvación, nos trae una vida nueva, esa es nuestra fuerza y nuestra vocación; el mal existe pero no puede ir contra el bien”, sostuvo.

 

Los catequistas, que realizan la pastoral con los encarcelados, apreciaron que “en todo momento hubo buena disposición”.

 

Asimismo, destacaron que “la visita moviliza y por más que quieran disimular, ellos estaban muy predispuestos a recibirnos. Incluso en distintos pabellones, agradecieron que uno haya venido, agradecieron las palabras del obispo y la bendición”.

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