Los fieles ya acampan en las cercanías del templo de San Cayetano en Liniers

Cientos de personas permanecen desde hace días en los alrededores de la Iglesia para ser los primeros en entrar el próximo viernes para agradecer, pedir y cumplir promesas al patrono del pan y del trabajo.

Con reposeras, carpas, heladeras y hasta cocinas improvisadas, cientos de fieles acampan desde hace varios días en las cercanías de la iglesia ubicada en Cuzco al 100, donde a las cero horas del viernes el párroco abrirá las puertas del templo para recibirlos.
“Venimos todos los años, esto no es un sacrificio para nosotros ya somos una familia”, señaló Mario, que vive en Ciudadela y es uno de los primeros en la fila que se forma sobre la calle Bynon.

“Al principio traía a mi mujer y me iba, después empecé a quedarme con ella, conocimos a este grupo de gente y nos hicimos amigos, somos de juntarnos y compartir cosas durante todo el año. Es un regalo de San Cayetano también”, agregó.

 

“Mi mujer y yo venimos a agradecer, y creo que la mayoría de la gente viene a agradecer y a cumplir promesas. Para mí es un acto de fe: entro a la iglesia y cuando salgo soy otro, me llena de paz, me hace muy bien”, relató el hombre, y aseguró que concurre al templo “todos los 7 (de agosto), incluso cuando nos vamos de vacaciones las programamos para que no caiga 7 así podemos venir”.

“Para mí San Cayetano es todo, es mi patrono, mi protector y por eso vengo siempre a agradecerle, por lo que tengo y a pedirle por toda la gente que aun esta sin trabajo o tiene problemas de salud, siempre que lo necesité estuvo a mi lado”, apuntó Santo, que hace 32 años asiste al santuario del patrono del trabajo.

“Ya es todo una familia, somos varias familias que traemos lo que tenemos, comemos todos juntos, nadie se fija que trajiste o que no, todo se comparte porque esto es así, nos cuidamos entre todos”, apuntó el hombre, vecino de Isidro Casanova.

Una cuadra más lejos de la iglesia estaba Carlos, que vive en Munro y hace mas de 30 años que concurre a la celebración.
Mientras guardaba el lugar para su mujer y sus hijos, tomaba mate con un grupo de “nuevos amigos” y comían una torta que hizo uno de los curas de la parroquia.

“Anoche hicimos una comida para todos, llegamos a tener 15 kilos de carne en la parrillita, vinieron los dos curas de la iglesia, Eduardo y Guillermo, y hasta los chinos del supermercado se acercaron a comer”, precisó el hombre que hace la cola desde el 1 de agosto.

Jésica vino desde Mar de Ajó a “agradecer a San Cayetano todo lo que siempre hace” por ella. “Es grandioso para mí, cada vez que la vida me da un sustito él me acompaña, le rezo mucho y siempre me responde por eso vengo a agradecerle”, señaló.

“El año pasado mi hija se enfermó muy grave, tenían que operarla de la cadera sí o sí. Vine a ver al santo, le recé y le pedí que la ayude y mi hija salió adelante, no fue necesario operarla ni nada”, agregó la joven.

Por su parte Estela, de Río Gallegos, asiste a la celebración desde hace años sin importarle la distancia, “porque San Cayetano es todo” para ella, sostuvo, aunque aclaró que hace dos años vive en la ciudad de La Plata.

“Gracias a Dios estoy bien de salud y tengo trabajo, pero vengo a pedir por toda la gente que necesita una mano, por la que tiene nenes con problemas de salud y también vengo a agradecerle todo lo que me dio”, aseguró la mujer.

Esta mañana la cola de fieles sobre la calle Bynon para reservar su lugar para llegar hasta la imagen del santo era de dos cuadras, pero cada persona reservaba lugar para el resto de sus familiares que por diversos motivos no podían estar.

Se espera que esta noche la policía comience con el vallado ya que se esperan miles de fieles en las primeras horas del viernes.

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