«La Tumba de Villa Domínico», la historia barrial contada por los propios vecinos

Por iniciativa de Osvaldo Cortés, más conocido en el mundo del fútbol y en su barrio como “Baby”, en 2008 nació un blog que recorre la historia cotidiana de gran parte de Villa Domínico.

Es fácil encontrar libros de historia o sitios en internet que reseñen los acontecimientos que marcaron la historia de un lugar, pero hay pocos que puedan recrearla a partir de los relatos o las fotografías de sus propios protagonistas.

Enwww.latumbadevilladominico.blogspot.com, tanto los vecinos de la zona como los que han emigrado por diversas razones podrán reencontrarse con gran parte de su pasado, con imágenes de tradicionales carnavales en la calle, con la escuela, con una Costa donde se podía nadar y navegar, y con comercios a los que se los identificaba directamente por el nombre de su dueño, como por ejemplo la farmacia de Paglietini, el almacén de Decoroso y Doña Cora, la tienda de Samanic, el almacén de Bunza, la tienda de Aída o la lechería de Nacho, Nicasio y Maici.

“El blog nace por una necesidad de guardar la memoria, nosotros somos una barra muy numerosa que nos reunimos todos los años, somos todos amigos de la infancia. Antes los grupos se dividían por esquinas, así que nos juntamos dos o tres esquinas y se armó lo que llamamos La Tumba de Villa Dominico”, explicó a La Ciudad, el propio Baby Cortés.

Consultado sobre los motivos por el cual le pusieron dicho nombre a la barra, Cortés contó que “nos reuníamos en una casa muy chiquita, en un espacio de cinco por tres metros, y un día llega uno de los muchachos, nos vio a todos reunidos y nos dijo ‘che, esto parece una tumba’ y quedó ese nombre”.

El grupo perdura porque aún quedan muchas cosas que los convoca. Además de las calles que los vio crecer a cada uno de ellos, está la escuela Nº 43 de Adrogué al 400 (ahora Nº 3), está la esquina, está el barrio, el río, las canchas y los recuerdos de la infancia.

“La Escuela reunía al barrio, nos conocíamos todos, los del turno mañana y los de la tarde, y a la larga las edades se achican cuando uno va creciendo, se va haciendo amigos de los más chicos y también de los más grandes, ya estamos juntando a casi tres generaciones”, aseguró Cortés.

Otro punto de encuentro eran los clubes Renacimiento, Sol de Oro, Sokol o El Trebol, que ya no existe en la zona y sí queda un homónimo en Wilde. “Dominico es como un pozo del que te cuesta salir, te absorbe”, sintetizó Baby.

Por ello, a Osvaldo “Baby” Cortés se le ocurrió volcar toda la historia de ese sector de Dominico donde vivió y creció, desde la vía hasta Tres Arroyos al fondo y desde el arroyo hasta San Nicolás.

“Además el blog incluye a la costa, que nosotros pudimos disfrutar, íbamos a jugar partidos, a remar, a nadar, a cazar y a pescar -agregó- el que manejaba el micro entre el río y la estación era mi tío, Manongo Cortés, que le faltaba una pierna y manejaba con una sola”.

“Nos divertíamos con lo que teníamos y con lo que inventábamos, muchos fuimos socios de varios clubes, fundadores de otro, pero la esquina era la que convocaba, en Arévalo y San Isidro, la esquina de Doña Lola”, recordaba Cortés.

Además de Doña Lola, los vecinos podrán reencontrarse con otros personajes como el “Mono” Gatica, el “Chino” Agüero, el carnicero Don Nicola, “La Carmucha”, el «Colorado» Tundi, el cura Castro y Juancito, «El zapatero» de la calle Arévalo, entre otros.

“A Gatica los conocí en la última época, mi madre me contaba que dejaba el auto en la estación porque el pavimento no llegaba hasta el fondo donde vivía la familia”, comentó.

Al igual que el blog, que puede ser visitado desde cualquier sitio del planeta, la esquina y los afectos tampoco tienen límites para el Baby Cortés. “Esta barra también se trasladó a España, yo los reuní allá, los llevé a varios y les conseguí trabajo, vivieron allá un tiempo, uno se quedó en Europa y el resto se volvió, y yo atrás porque el fútbol es así”, le contó a La Ciudad.

El armado del blog
En el nacimiento del blog también tiene un papel importante Tito Neira, compañero de la barra que el destino lo llevó de su Villa Dominico a Capitán Sarmiento.
“Tito Meira me mandó un poema con la historia de Dominico, pero sin título, como me gustó, le puse «Nostalgia de Dominico» y lo mandé a un sitio de Internet que me lo publicó con mi nombre porque lo había mandado yo”, comenzó a explicar Cortés.

“Así que le dije que iba a armar un blog para ponerlo ahí, con su nombre y ese fue el puntapié inicial. Después hubo gente que me contó de algunos personajes del barrio, otros me mandaron fotos y yo fui buscando otras visitando al peluquero, a la sociedad de fomento, a los amigos y a los familiares”, completó.

“Esto lo hago desinteresadamente y porque me gusta mantener la memoria, recordar al que estuvo al lado -agregó- porque se fue perdiendo mucho la figura del vecino y el saludo en el barrio”.

La preservación del material fotográfico como documento histórico tuvo algunos contratiempos en esa zona de Villa Dominico. Grandes inundaciones en el año ’40 y a fines de los ’50 provocaron que muchas de las fotos se perdieran.

“Cuando venía el río se llevaba todo, así se fueron perdiendo los recuerdos, pero los que guardamos algo, los hacemos revivir. Lo que me gratifica es cuando me escriben contándome que vivieron en Domínico o sus padres o sus abuelos, son cosas que me conmueven”, remarcó Cortés.

Finalmente, Osvaldo “Baby” Cortés convocó a los vecinos de Villa Dominico a sumarse a esta iniciativa enviando fotos e historias a baby_cortes4@yahoo.com.ar ya que “la idea es perdurar, ver si podemos continuar con esta historia, porque esto queda en el cyberespacio y uno nunca sabe hasta qué punto no se está comunicando con alguien”.

Baby Cortés, el futbolista
Osvaldo “Baby” Cortés dio sus primeros pasos en el futbol en su propio barrio, arrancó a los seis años en Sol de Oro y luego siguió por Renacimiento, Sokol y el ya desaparecido El Trébol, pero donde más jugó, fue en la esquina, con sus amigos.

“Jugando en la esquina es donde me vieron y me invitaron a jugar en Cramer, y ahí me vio Gandulla, el ex delantero de Ferro y Boca, y me llevó a Atlanta”, narró el propio Cortés.

Podía haber jugado en Racing o Independiente, club del que es simpatizante, pero por los afectos prefirió quedarse en Atlanta hasta que fue vendido al Elche de España en 1974. Previo a ello, integró la selección que disputó las eliminatorias para el mundial de Alemania

De regreso al país, jugó en Huracán, Temperley, All Boys, Cipolletti, Belgrano y Platense, para retirarse a los 36 años y dirigir, entre otros, a Dock Sud y El Porvenir.

Fuera de las canchas, Osvaldo Cortés cursó dos carreras, el profesorado en Educación Física que ejerció durante 22 años, y otra en bibliotecología que lo encuentra en la actualidad cumpliendo funciones en dos colegios, entre ellos el María Auxiliadora de Avellaneda.

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