Haydée Dabusti: La Soprano de Sarandí que recorre el mundo y cantó en el Vaticano

En el mes de mayo se presentó en la Capilla de Los Coros, San Pietro.

Desde hace 17 años, su deslumbrante voz la lleva por varios países de América y Europa. Y hace sólo dos meses se presentó exitosamente en la Santa Sede: “Fue un momento único, inexplicable”, asegura aún emocionada. Además, fue recibida por el Papa Francisco por 7ma vez.

 

Apenas se ingresa al living de la casa de Haydée Dabusti – de un fino diseño al estilo europeo – se pueden apreciar varias muñecas de colección con llamativos vestidos, imágenes religiosas, cuadros que visten apropiadamente las paredes, portarretratos que congelan diversos momentos especiales y un hermoso piano, quien es el testigo diario que acompaña la privilegiada voz de la soprano, vecina de Sarandí.

 

Ya con el rico café servido (obviamente, en un refinado juego de tazas) y con un par de retos a la caniche Abigail que busca una caricia a cada minuto, Haydée empezó a contar que su primeros coqueteos con el canto lírico fue a los 10 años, cuando ingresó al coro de niños del Teatro Colón. Desde ese momento, esa niña se perfeccionó y ya mostraba una gran vocación para la Opera; sin embargo, la vida le esperaba un duro golpe a una joven Haydée de 23 años, quien a casi cumplir cuatro años de matrimonio, su marido falleció delante de ella a causa de un paro cardiorrespiratorio. “Fue un momento muy duro para mí. Se me cerró el pecho y no pude cantar más”, aseguró, con un tono suave y rememorando el dolor.

 

Desde ahí, Dubasti estuvo nada menos que 16 años sin cantar. Sí, se había apagado esa voz privilegiada. Durante ese lapso, la por entonces ex soprano se dedicó a realizar paisajismo, artes marciales y equitación. Pero afortunadamente, en ese tiempo su corazón se brindó una segunda oportunidad, ya que conoció a José, quien sería su segundo marido. “Él siempre me decía que trate de volver a cantar, que no podía ser que no lo haga más”, contó.

 

Y así fue que por su insistencia, Haydédecidió retomar su carrera en 1999: “Estuve dos años haciendo solamente ejercicios de técnica vocal y de respiración, además de la gimnasia semanal, la cual nunca abandoné. Estuve practicando las técnicas que me había enseñado la directora del Teatro Colón, Teresa Serantes, en mi adolescencia”.

 

Luego, cuando consideró que estaba lista, en 2001 llamó al director musical Dante Ranieri, y la contestación la dejó perpleja: le afirmó que en seis meses tenía que presentar la obra “Traviatta”, en Colombia, y que él la preparaba para su vuelta. En sólo dos meses, Haydée ya se sabía todo el repertorio e hizo su gran debut de retorno en la ciudad cafetera de Cartagena de Indias. Su garganta y corazón volvieron a sonreír.

 

Luego se presentó con tres funciones en Buenos Aires y, además, quedó como parte del primer elenco del Colón e interpretó Aída, de Giuseppe Verdi, bajo la dirección del maestro Eduardo Cazullo. “Y en 2003 estrené “Norma” en el teatro Avenida, luego de 20 años que no se presentaba esa ópera en Buenos Aires”, añade.

 

Ya había quedado confirmado que el regreso de la vecina de Sarandí era a lo grande y le esperaba una exigente pero no menos fantástica vorágine laboral.

 

Sin embargo, los golpes de la vida no esquivaron a esta voz única. En diciembre de 2012 falleció su segundo marido a causa de un ACV y también perdió a sus padres.

 

No obstante, “El ave fénix de la Opera”- como ella se autodefine – no paró en esos años de presentarse en varios teatros de la Provincia de Buenos Aires e interior del país y hasta el viejo continente la invitó a mostrar sus dotes.

 

En marzo 2013, la convocaron para brindar cinco presentaciones en Roma (Italia), y al quedar más que conformes con su performance, al siguiente año la contrataron nuevamente para que vaya al mismo país, pero esta vez le sumaron España.

 

En 2015 su destino fue Nápoles y, finalmente, la soprano argentina deslumbró recientemente en la Catedral de Palermo, Sicilia (Italia). “Resultó una exquisita obra la que realizamos, en un lugar muy hermoso, y eso me abrió las puertas para que me llamen apenas llegué a mi casa, para que vuelva a la semana siguiente a Italia para cantar en nada menos que en el Vaticano”, cuenta Haydée, todavía sin creerlo.

 

Así fue que el 10 de mayo, Dabusti estuvo actuando en la Capilla de Los Coros, San Pietro. “Cantar dentro del Vaticano es un momento único, inexplicable. En ese lapso me acordé de mis padres y mis dos maridos fallecidos; fueron como ángeles que estuvieron presentes junto a mí. Y como siempre, me coloqué en manos de la Virgen, para que me proteja y salga todo bien”, aseguró.

 

Pero las emociones no terminaron ahí, ya que la avellanedense fue recibida por séptima vez por el Papa Francisco: “A Jorge Bergoglio lo conozco hace 15 años, desde que él era Cardenal y me presentaba para cantar en la Catedral Metropolitana, ya que yo fui 12 años la directora de técnica vocal del coro de allí”, explicó.

 

En su primera audiencia, la soprano afirmó que el sumo pontífice la reconoció enseguida y “se puso muy feliz” de encontrarla. “Él sabe toda mi historia y siempre me apoyó mucho. Estoy muy agradecida al Papa”, afirmó Haydée.

 

Por su parte, la dos veces elegida me-jor cantante lírica de Argentina (2007 y 2011) también brinda clases en su hogar de Sarandí “para dejar un semillero” y no para de afirmar que el oficio que eligió de pequeña es “muy duro y exigente”, pero que es un gran amor y que lo volvería a elegir indudablemente.

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