Guillermo Bolesina: Mucho más que el mejor promedio de la UNDAV

Egresado de la Tecnicatura de Periodismo de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), el pasado 4 de mayo fue distinguido en el Teatro Colonial con una mención de honor por tener el promedio más alto -9,29- de todos los estudiantes de esa universidad. Escribe Florencia Podestá.

Guillermo Bolesina (58) es egresado de la Tecnicatura de Periodismo de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) y el pasado 4 de mayo fue distinguido en el Teatro Colonial con una mención de honor por tener el promedio más alto -9,29- de todos los estudiantes de esa universidad.
La distinción tuvo lugar en el primer acto de colación de la flamante universidad que con solo cuatro años y medio de antigüedad cuenta con 78 egresados de diferentes carreras.
Al momento de definir esta experiencia a Guillermo lo invade una emoción inevitable y expresa: «La UNDAV significó menos horas de sueño; cosquillitas en la panza que yo creí que ya no iba a volver a sentir por la alegría de un examen: nervios previos a un parcial o angustia porque algunas cosas no salían bien».
Guillermo siempre quiso estudiar periodismo pero le dio prioridad a otros sueños: formó una familia, tuvo éxito con su trabajo, viajo y conoció diferentes lugares del mundo. Sin embargo, ese deseo que nació en su adolescencia lo acompañaría hasta la actualidad. Y cuando la Universidad Nacional de Avellaneda dio a conocer su oferta académica, allá por 2010, no dudó en inscribirse en la Tecnicatura en periodismo.
«Cuando yo era estudiante de secundaria, periodismo no era una opción universitaria porque era un oficio que se aprendía en las redacciones. Así que en ese momento no lo consideré. Pero era claramente lo que a mí me gustaba», confiesa.
Guillermo como otros miles de estudiantes encontró en la UNDAV un lugar donde concretar anhelos postergados. Son muchos los que tuvieron que rescindir la posibilidad de estudiar por la necesidad de anteponer el trabajo a la formación académica, por escases de recursos, por dar lugar a otras exigencias o simplemente por miedo a un lugar que históricamente expulso a los más desfavorecidos. Pero esta Universidad es diferente y son muchos los que pueden dar testimonio de ello. Con un trato familiar y acompañamiento permanente se preocupa por que cada estudiante pueda cumplir con su derecho a una educación superior y de calidad.
«Lo que hace a la UNDAV es la gente, la gente que la vive, la gente que la habita y trabaja. Y yo me encontré con una preeminencia notable de buenas personas. Con autoridades comprometidas con el proyecto de universidad, pero sobre todo, me encontré con compañeros de quienes pude aprender; de todos me lleve algo y me sigo llevando cosas».
Y es que Guillermo sigue estudiando. Luego de recibirse de Técnico Universitario en Periodismo y Comunicación Social, comenzó el Ciclo de Complementación Curricular para la Licenciatura en Periodismo. De este último fue precursor junto a un grupo de compañeros comprometidos con la educación superior.
Él es un ejemplo claro de que no importa la edad cuando se trata de perseguir y alcanzar aquellos logros que se constituyen en el motor de la vida. No obstante, sabe que alcanzar la meta es parte de un proceso colectivo.
En tiempos donde el Estado se hace cargo de la ampliación de derechos y son cada vez más los que se apropian de lugares de saber históricamente reservados a los sectores más favorecidos, Guillermo no deja de lado los debates actuales e indica que «hablar de inclusión es hablar de las necesidades y los problemas de todos y de todas. Incluir no es amuchar gente, sino respetar las individualidades de cada uno dándole cabida en un contexto más amplio. Incluir es no discriminar por condición social, creencias o elecciones varias».
Sabe que ésta no es una tarea fácil: «Incluir es algo que se trabaja en el día a día. La educación debe combatir los prejuicios y derribar estigmatizaciones».
La entrevista tiene lugar un martes por la noche, después de la clase de comunicación y educación. Se nota que Guillermo está cansado luego de una larga jornada. Con todo una alegría indisimulable lo invade al momento de responder cuáles son sus sueños a futuro, la voz se le quiebra y contesta «Creo que no habría mejor halago que saber que alguno de mis nietos se convierte en estudiante de la UNDAV».

 

Florencia Podestá

Estudiante de la UNDAV en práctica pre profesional en el Diario La Ciudad

mflorenciapodesta@gmail.com

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