El papa Francisco arribó a Filipinas

Inicia una visita de cuatro días al país asiático con mayor número de personas que profesan la religión católica, por lo que se prevé que su presencia concitará la adhesión de millones de fieles.

El Sumo Pontífice arribó a la base aérea Villamor de la ciudad de Manila procedente de Sri Lanka, donde estuvo dos días, oportunidad en que abogó por cerrar las heridas provocadas por una guerra civil que desangró a ese país insular durante más de dos décadas.
“Que el Señor bendiga y proteja a Sri Lanka”, fue en ese sentido el contenido de un mensaje de despedida del Papa a ese país en su cuenta de Tiwtter, @Pontifex_es.

En tanto, a su llegada al aeropuerto filipino, Francisco fue recibido por el presidente Benigno Aquino, miembros de su gobierno y los arzobispos de Manila, Antonio Tagle, y de Lingayen-Dagupan, Sócrates Villegas, entre otras personalidades, informó la agencia de noticias EFE.

La recepción al Pontífice argentino en Filipinas, un país con más de 80 millones de católicos, tuvo un carácter especialmente festivo, con un grupo de más de 1.000 niños que protagonizó un colorido baile en su honor.

Tras la salida de la base aérea, el convoy del Pontífice recorrió algunas de las principales arterias de la capital camino a la Nunciatura (embajada de El Vaticano) en Manila, lugar donde se alojará durante su estancia en el país.

Las autoridades filipinas estiman que al menos medio millón de personas se volcaron a las calles a ver el paso de la caravana del Santo Padre, cuyo vehículo avanzó a escasos 20 kilómetros por hora, por lo que el periplo duró cerca de tres horas.

Tras una jornada sin otra actividad oficial más que la recepción de rigor, la hoja de ruta pontificia proseguirá mañana cuando visite el palacio presidencial de Malacañang, donde se entrevistará con el presidente Aquino y con autoridades locales.

Poco después, dará su primera misa ante la presencia de arzobispos, sacerdotes y devotos en la Catedral de la Inmaculada Concepción de Manila, tras lo que se reunirá con familias filipinas de escasos recursos.

Al día siguiente, sábado, se desplazará hasta la ciudad de Tacloban, en el este del país, donde tendrá un encuentro con las víctimas del tifón Haiyan, que destruyó esa localidad en noviembre de 2013, para luego presidir una misa.

El domingo será el momento culminante de la visita, cuando Francisco, de vuelta en Manila, se reúna con grupos de estudiantes en la Universidad de Santo Tomás, para luego oficiar otra misa, esta vez en el centro de la capital, a la que se espera acudan más de seis millones de personas.

El lunes, tras una breve ceremonia de despedida, el papa Francisco partirá hacia Roma, dando punto final a su presencia en Filipinas, país que cuenta con cerca de 85% por ciento de católicos.

El viaje del pontífice a Filipinas estuvo precedido por meses de expectación en los que el gobierno preparó la visita, para la que desplegará más de 40.000 agentes de policía y soldados.

Lo único que puede empañarla es la tormenta tropical Mekkhala, que se acerca a la costa este de Filipinas y llegará al país en los próximos días.

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