El legado de “Blasito” Martínez Riera

Sus dos hijos continúan en Avellaneda con la obra del reconocido músico misionero.

 

Los gemelos Blas y Ernesto Martínez Riera son hijos del legendario y respetado “Blasito”, uno de los mejores músicos del mundo del chamamé y, desde 2002, tomaron exitosamente la posta de su padre al formar “Blas Martínez Riera Grupo”. Llevan vendidos más de 100 mil discos y obtuvieron dos discos de oro. Además, Ernesto siguió con la escuela de música en Avellaneda que había fundado el cantautor misionero, mientras que su hermano se destaca en la radio.

 
Blas Martínez Riera es sinónimo del Chamamé. “Blasito” – como se lo conocía al músico – fue un misionero que se destacó de gran manera en ese género musical, especialmente por la manera de tocar el bandoneón. A lo largo de su carrera lanzó nada menos que 50 discos, de los cuales recibió dos de oro (1968 y 1981) y sus glosas en el “Cuarteto Santa Ana”, de Ernesto Montiel, fueron y son memorables.

 
“Blas Martínez Riera es el artista más talentoso de la historia de la música de Misiones y el de más jerarquía. Los misioneros tienen una gran deuda con su obra. Es el símbolo de una música marginada”, había declarado alguna vez Chango Spasiuk.

 
Pero afortunadamente, “Blasito” dejó como legado nada menos que a sus hijos gemelos, Blas y Ernesto, ambos vecinos de Avellaneda, quienes tocaron con él desde la temprana edad de 9 años. “Mi viejo fue nuestro mayor maestro de bandoneón, guitarra y canto. Nos dejó una gran enseñanza, ya sea en la música como en la vida. Fue un capo total”, afirmaron los hermanos (36).

 
Los gemelos tienen grandes recuerdos y miles de anécdotas con su padre, ya que desde los 11 años tocaron “profesionalmente” con él y lo acompañaron en varias giras. Y, ¡a esa edad!, los tres grabaron un disco (Ernesto haciéndose cargo del acordeón y Blas, de la guitarra y voz). “Fue increíble esa experiencia, siendo tan chicos grabamos en la discografía “Panda”, una de las importantes y, encima, ese mismo día grabó ahí León Gieco su CD “Mensajes del alma”, rememoró Blas. Ernesto añadió: “Fue todo un sueño, laburar con mi viejo, a esa edad y en ese lugar. Un día marcado a fuego. Le estamos eternamente agradecidos”.

 
No obstante, el 18 de febrero de 2002 la vida les dio un cachetazo a la familia Martínez Riera, ya que a causa de un paro cardiorrespiratorio, “Blasito” falleció a los 63 años, en Avellaneda. “Fue un golpe durísimo para todos. No sabíamos para qué lado arrancar, pero con ayuda de nuestra madre y los músicos que nos acompañaban pudimos salir a flote y luego de seis meses de esa tragedia volvimos a tocar”, afirmaron.

 
Y el éxito que tenía “Blasito” pasó directamente a “Blas Martínez Riera Grupo”: desde 2003 editaron 10 CD, llevan vendidos más de 100 mil, obtuvieron dos discos de oro (2005 y 2012) y su música llegó a países latinoamericanos como Uruguay, Colombia y Ecuador.

 
“Blas y Ernesto son músicos de gran talento, los únicos con autoridad musical para armar y desarmar la música de su padre”, afirmó Spasiuk, quien compartió una gran amistad con el chamamecero misionero y ahora lo hace con sus hijos. Mientras que el reconocido Antonio Tarragó Ros señaló: “Son músicos talentosísimos, se han sabido valer por sí mismos y tengo un gran respeto por ellos, a parte del cariño”. Todo dicho.

 
Por su parte, además de la música, “los gemelos fantásticos” también tienen sus actividades paralelas. Continuando los pasos de su papá, Ernesto se dedica a la docencia, llevando adelante la escuela de música que “Blasito” instaló en Avellaneda en 1980: “Academia Corrientes”. La misma, en sus inicios, estuvo en La Boca, luego se trasladó a la calle Montes de Oca, después a Estrada y en la actualidad funciona en Dardo Rocha (todas en Avellaneda). “Tengo una muy buena cantidad de alumnos, de 6 a 70 años, que quieren aprender acordeón (en su mayoría), guitarra u otros instrumentos”, explicó Ernesto, satisfecho por su labor.

 
Por su parte, Blas se abocó a los medios de comunicación: es productor y conductor de varios ciclos de radio. En la actualidad está al frente de los programas “Rumor de calle”, “Región litoral” y “Tradición UTN”, emitidos por FM “La Tecno 88.3”, ubicada en Villa Domínico. Además posee la productora “La Reina Arte”, donde lleva adelante la carrera de “Blas Martínez Riera Grupo” y de su otro proyecto musical, “Tocados por la noche”, una banda de rock donde él es guitarra y voz: “Estamos laburando en nuestro primer disco, muy ansiosos y expectantes de lo que pueda suceder. Hacemos temas propios y la verdad que nos encanta como suena y todo lo que crecimos musicalmente”, confesó.

 
El cantante también participa de la UMA (Unión de Músicos de Avellaneda) que está compuesta por músicos provenientes en su mayoría del rock y realizan recitales, capacitación para músicos en distintas áreas y una intensa lucha por sus derechos.

 
Por último, con respecto a su padre y el barrio, los hermanos recuerdan que “Blasito” “se la pasaba en la Plaza Alsina. Cuando no sabíamos dónde estaba, seguro lo encontrábamos en la Plaza, sentado, hablando con sus amigos o disfrutando del día. A él le gustaba mucho Avellaneda”.
El quinto grande del Chamamé
Blas Martínez Riera no quiso guardarse para él o para su cículo más íntimo la rica vida de su padre, entonces optó por contarla en un libro. “Me pareció una buena idea, ya que mi viejo tuvo una vida muy intensa, desde Misiones hasta su desembarco en Avellaneda”, señaló.

 
El guitarrista y cantante repasará la historia desde el nacimiento de “Blasito”, en Posadas (Misiones) en 1936, luego cuando a los siete años arrancó a tocar el bandoneón, también sobre las diferentes agrupaciones que encabezó, sus participaciones en los films “La colimba no es la guerra” y “La Bailanta” (ambas en 1972) y, obvio, sobre las cientos de obras registradas que llevan su nombre, sus discos y sus relevantes presentaciones en todo el país.

 
Las páginas, repletas de información, anécdotas e imágenes se encuentran en la editorial, y se calcula que para el 16 de septiembre (día del cumpleaños del bandoneonista) estará en la calle: “Tuve la colaboración de mi madre Angélica, de mi hermano y de varios amigos de mi padre que me ayudaron a unir las historias. La verdad que lo escribí muy rápido”.

 
En el libro bautizado “El quinto grande del Chamamé” además se podrá apreciar a varios artistas famosos hablando del recordado músico, como Piero y Chango Spasiuk, entre otros.
Un especial y merecido homenaje.

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