Diego Milito, de Príncipe a Rey

Ingresó a la galería donde pocos futbolistas se acobijan. Sólo los de jerarquía extrema ganan esa posibilidad. Y Diego Alberto Milito demostró que la posee. El oriundo de Bernal volvió al club que lo vio debutar en Primera tras su exitoso paso por Europa y apenas piso tierra argenta, sin dudarlo, afirmó: “Volví a Racing para ganar algo”. Y al final así fue.

 

 

Cuando le ofrecieron retomar, el “ex” Príncipe no titubeó, dejó de lado lo económico y a los 35 años regresó a la institución que lo albergó de pibe para utilizar sus últimos cartuchos. Ahí, Racing ya ganó algo. Desde que pisó el vestuario, Diego se convirtió en líder. De esos positivos. Su mezcla de humildad y la experiencia aprendida en su paso por el viejo continente lograron un combo perfecto para él y todo el equipo.

 
Durante todo el torneo 2014, Milito fue la voz de mando dentro y fuera de la cancha; el DT que se calzó los cortos y botines para jugar con sus compañeros.

 
Además, vale remarcar que ayudó mucho la dupla de liderazgo que formó con el gran Sebastián “Chino” Saja, el arquero académico. Los dos fueron los pilares para que sus compañeros entiendan lo qué es vestir la camiseta albiceleste y mentalizarlos y potenciarlos para lo que había que lograr: alcanzar la gloria.

 
El centrodelantero retornó diferente; más maduro y muy enriquecido. En cada partido mostró unos “toques” exquisitos que lo caracterizaban como el “diferente”. Parecía que no se equivocaba nunca. Es más, es posible que no se haya equivocado nunca.

 
Por todo esto y mucho más, todos los racinguistas le agradecen al gran capitán por haber vuelto y en cada declaración dejar en claro su sentimiento por estos colores y el propósito de regresar para “tocar el cielo con las manos”.

 
Sólo jugadores como Enzo Francescoli, Juan Sebastián Verón o Maximiliano Rodríguez pudieron lograrlo con sus respectivos equipos. Y ahora él, intacto física y mentalmente, grabó su nombre en un lugar privilegiado de la historia académica.

 
“Racing es mi vida, es todo. No puedo pedir más, vine para esto”, sentenció el ex Inter, con un nuevo título en su poder.

 
Diego Alberto Milito abandonó la capa de príncipe el domingo 14 de diciembre de 2014 y se calzó la corona de rey – que tan bien le queda – en el club que es su casa. Su lugar en el mundo.

 
Matías Alba

matiasjosealba@hotmail.com

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