Cossa, Sileoni y Vitali encabezaron la apertura de la 41° Feria del Libro de Buenos Aires

El valor de la acción cultural y del libro y la lectura como herramienta transformadora de la sociedad tiñó los discursos de inauguración de la Feria del Libro de Buenos Aires, donde sobrevoló la figura del recientemente fallecido Eduardo Galeano, el reconocimiento a los lazos de amistad entre Argentina y México, fundidos en la generación de los argenmex, y pedidos de justicia por la masacre de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.

La extensa ceremonia desarrollada en La Rural incluyó espontáneos aplausos al momento de reclamar justicia por los estudiantes asesinados en México y al recordar al uruguayo Galeano, fallecido el 13 de abril último en Montevideo, con una inusual lectura inaugural que, por primera vez, estuvo a cargo de un dramaturgo y que para la ocasión convocó al entrañable creador de “La nona”, Norberto Tito Cossa.

Previo a la presentación de los oradores, Galeano fue homenajeado con el pedido de un minuto de silencio que no pudo ser debido a que el público se plegó a los aplausos que proyectaba una gran pantalla al frente de la audiencia, donde el escritor era ovacionado tras la lectura, en la feria de 2013, de su último libro publicado, “Los hijos de los días”.

“La cultura no puede ni debe ser sometida a la ley del mercado. La cultura no es una mercancía, es un instrumento para profundizar la democracia”, porque “nos iguala, nos hace mejores seres humanos; un libro en manos de un niños abre el camino a un mejor ciudadano”, dijo por su parte, Cossa, responsable de la representación literaria al cierre del acto.

“Estamos en vísperas de cambios en el país -señaló-, se va un gobierno que puso a la cultura en agenda”, distribuyendo libros, “otorgando derechos a cineastas y actores”, elevándola “al grado de ministerio”, por lo que “más allá de mayor o menor cercanía con las políticas del gobierno, muchos de nosotros sentimos que, por primera vez, se nos escucha”.

En una risueña intervención, Cossa celebró haber roto con una “tradición” en la Feria que dejaba fuera de la apertura a los dramaturgos, y reflexionó respecto a las diferencias entre éstos y los literatos para concluir que, en el caso de la dramaturgia, se trata de “escritores con capacidades diferentes”.

“Empecemos por preguntarnos qué define a un escritor: El amor a la palabra. No otra cosa es un escritor. Alguien que ama a la palabra con el amor de un cazador, no del amante” y en esa búsqueda de “la palabra necesaria” es donde ambos escribas se parecen, consignó el creador de ‘La nona’.

Pero se diferencian en ese destino de la palabra, reflexionó, que cuando es teatral necesita que los “ajenos” se “metan” con ella y la actualicen en el escenario, para “volver a ser escritores” sólo frente a la hoja blanca y “el libro”.

“En las horas que vienen algo así como un millón de personas transitarán por los pasillos de la Feria. Son esos hechos que, cuando ocurren, le hacen pensar a uno que un mundo mejor es posible”, se despidió el dramaturgo.

A su turno, el ministro de Educación, Alberto Sileoni, recordó a los 43 normalistas asesinados: “Esos 43 pibes son en algún sentido la mejor representación de la cultura latinoamericana, jóvenes que querían estudiar y enseñar para cambiar la vida de sus pueblos”.

En su discurso, destacó que en estos años el Ministerio de Educación compró “90 millones de libros con una inversión de 1400 millones de pesos para las 51 mil escuelas argentinas de todos los niveles: inicial, primario, superior, rural, artísticas, en cárceles y hospitales, de educación especial y jóvenes adultos”.

Así como la realización de 87 millones de librillos difundidos en escuelas, espacio deportivos y públicos” con temáticas como el Bicentenario, lenguas indígenas y narrativa: “No los revoleamos -advirtió-, a los libros los llevamos a las escuelas acompañados de prácticas pedagógicas profundas”.

Al respecto señaló que “las escuelas usan cada vez más libros”, a diferencia de antes que, acostumbradas a no recibir demasiados ejemplares los regateaban o quedaban en las bibliotecas, “pero ahora saben que a los de un año les siguen los del siguiente”, remarcó.

En este marco subrayó que “desde los 45 días a los 18 años todos los jóvenes argentinos tienen libros” para estudiar y disfrutar; así como la obligatoriedad, desde el año último, de escolarizarse a partir de los cuatro años.

“Ratificamos nuestra convicción de no financiar la demanda, que es una construcción dirigida no siempre relacionada con la necesidad y a veces una trampa, un timo para que vendan los de siempre”, dijo Sileoni al defender “la presencia del Estado para favorecer la diversidad en un mercado muy concentrado”.

Asimismo, remarcó que desde el ministerio cuida que “los libros que llegan a las escuelas -hasta las del interior profundo del país- sean los mismos que llegan a las librerías, los mejores que podemos encontrar”.

En 2140, enumeró, “se publicaron 470 títulos de poesía que equivalen a 260 mil ejemplares”; la colección Juan Gelman “tiene 80 títulos y casi un millón de ejemplares”; la colección homenaje a Quino incluyó “310 mil ejemplares y 40 millones de librillos de Mafalda”; mientras que Gunter Grass y Galeano son otros dos autores que se suman a los programas del libro del ministerio.

Para cerrar, Sileoni repasó que “el comedor dejó de ser el corazón de la escuela argentina, que está arrinconando las fotocopias y con 4.700.000 Netbooks que ninguna sustituye al libro ni la magia de un educador frente al público. El mundo debe ser mostrado en sus complejidades, el libro es una mediación hacia el conocimiento y esto es el piso de lo que tiene que venir”.

A su vez, Eduardo Vázquez, el secretario de Cultura de la ciudad de México, subrayó que “en 200 años de vida independiente Argentina y México nunca dejaron de dialogar, mirarse una a la otra, cantarse y escribirse, en especial desde Buenos Aires y Ciudad de México, sur y norte de nuestra lengua común y puntos cardinales de la cultura de América Latina”.

En su medular discurso, Vázquez fue mencionando las amistades que mantuvieron grandes clásicos de la literatura de ambas tierras, como la amistad que unió a Jorge Luis Borges y Alfonso Reyes, reconocidos poetas y escritores exiliados como Tununa Mercado, Noé Jitrik, Juan Gelman y Jorge Boccanera; y nombró a Ricardo Piglia como una de las voces que junto a Juan Villoro suenan en las lecturas nacionales mexicanas.

“Llega hoy, aquí, la semilla ya germinada y florecida que sembró el exilio argentino en México” se despidió Vázquez.

Por otro lado, Martín Gremmelspacher, presidente de la Fundación El Libro, destacó “los potentes valores de la cultura mexicana, a los que se suma el cobijo que esa sociedad brindó durante la dictadura argentina a sus protagonistas culturales”; en tanto confió en la posibilidad de sortear los actuales inconvenientes de la industria editorial y libera con la creación de un organismo de fomento representativo a nivel nacional.

“Así como Galeano le ponía voz a los ninguneados el gobierno nacional, por orden de la presidente Cristina Fernández, le da voz a los sectores invisibilizados para que conduzcan sus destinos”, intervino Franco Vitali secretario de Políticas Socioculturales de la Nación en una extensa presentación en representación de la ministra de Cultura de la Nación, Teresa Parodi, de visita oficial en Rusia.

“De chilango a chilango -dijo este hijo de argenmex dirigiéndose a la audiencia-, quién hubiese dicho cómo nos vinieron a correr ese horizonte -del que hablaba Galeano al referirse a la utopía- Néstor y Cristina”.

En tanto que el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombradi, agradeció “la amable convivencia en la discrepancia y el consenso con las autoridades nacionales”, en tanto destacó “la convivencia” construida a través del objeto libro.

Entre los presentes se encontraban los escritores Silvia Plager y Mempo Giardinelli; el creador de ediciones de La Flor, Daniel Divinsky, junto a la editora Kuki Miller; el dramaturgo Roberto Perinelli; el sociólogo Néstor García Canclini; y el actor Víctor Laplace; además de Mariano Recalde, director de Aerolíneas Argentinas y precandidato kirchnerista; y Jorge Telerman, titular del Instituto Cultural bonaerense.

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