Arman una marcha para pedir que encuentren al “Loco Cacho”

Familiares de las víctimas la preparan para el martes, en Av. Belgrano y Arenales, Avellaneda. El asesino está prófugo desde el 27 de diciembre.

El loco Cacho. Era violento y había sido denunciado por las víctimas.

 El loco Cacho. Era violento y había sido denunciado por las víctimas.

“Mucho no se sabe. No podemos entender cómo no lo pudieron detener todavía“, dice Gabriela Carrera, sobrina de Silvia Rosso y prima de Yamila, las dos mujeres asesinadas a tiros en Montes de Oca al 700 el pasado 27 de diciembre en un arranque de furia de su vecino, Alberto Angel Pérez (53), alias “El Loco Cacho”. El martes que viene, al cumplirse un mes del hecho, familiares y amigos de las víctimas, convocaron a una marcha para pedir justicia y ejercer presión a las autoridades, exigiendo la detención del doble homicida. Se reunirán en Belgrano y Arenales a las 18 con la intención de marchar hacia la comisaría 1ª de Avellaneda, distante unas siete cuadras. “Unos dicen que al asesino lo vieron por el barrio, otros comentan que habría escapado a Uruguay, pero ya pasó casi un mes y no hay noticias”, explicó Carrera.

 

Alberto Pérez, alias “El loco Cacho”, de 53 años está prófugo desde que mató a tiros a su vecina, Silvia Rosso, y a la hija de ella, Yamila, de 23. Dicha tragedia también terminó con otro vecino asesinado a tiros por la pareja de la joven. Todo ocurrió por una vieja disputa por el uso de un pasillo que Pérez y la familia de Silvia Rosso tenían en común en sus PH. La Policía lo busca en la Costa Atlántica y en el interior de la Provincia.

 

Cacho tiene antecedentes penales por uso de armas de fuego. Incluso trascendió que la joven y su madre dejaron el lugar hace dos años por episodios de violencia de género y familiar.

 

Según contaron los testigos, la pelea entre los vecinos llevaba más de diez años. El 27 de diciembre, Pérez llegó de imprevisto, baleó a Silvia en la vereda y disparó tres veces a Yamila cuando intentaba escapar con su hijo de dos años y medio, y huyó en la misma moto en la que había llegado.

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