«A este gobierno de los ricos para los ricos le oponemos la fuerza del pueblo unido, solidario, organizado y en lucha»

Solicitada de Joaquín Escobar, Presidente del Frente Grande Distrito Avellaneda.

Casi al finalizar el año y ante una primera crisis en el Gabinete de Mauricio Macri, con la salida del Ministro de Economía, Prat Gay, es un momento propicio para –de alguna manera- compartir ciertas apreciaciones sobre la situación política, su desarrollo en todo este año transcurrido y vislumbrar alguna perspectiva para el próximo año que se presenta como político electoral ya que, se harán elecciones para renovar las legislaturas nacionales, provinciales y municipales. Esta minicrisis, se resuelve en los marcos del sistema y del régimen, para seguir ejecutando sus políticas.

 

 

Estamos ante un gobierno que, a partir del 10 de diciembre de 2015, asumió con el voto de una escasa mayoría y que se ha caracterizado por las decisiones tomadas en el ejercicio del poder a favor del gran capital, devaluando la moneda nacional, desgravando a las mineras y al sector agro-exportador y han endeudado nuevamente al país en más de 40 mil millones de dólares, produciendo de esta manera, una transferencia de ingresos a favor de los ricos. Quienes abogaban por la cultura de los buenos modales, el diálogo, la pobreza cero y el cambio, han producido un cambio a favor de los que más tienen. Una simple descripción nos dice que si, hubo un cambio: hoy, tenemos más desocupación, más pobreza y el cercenamiento de las libertades democráticas, como la que se vive en la Provincia de Jujuy y el silencio mediático de lo que realmente pasa.

 

De manera que, estamos ante un gobierno de los ricos y para los ricos que acciona sin piedad. Que ha surgido como consecuencia de una estrategia de poder, minuciosamente preparada, que había logrado dominar el sentido común de sectores populares que le dieron la mayoría que les permitió acceder al gobierno y también, por propias falencias que día a día debemos superarlas si es que queremos volver para profundizar las reformas iniciadas a partir del 25 de mayo de 2003. También es cierto que, aquellos que votaron a su dominante, deberían analizar su decisión a fin de resolver a favor de los intereses de las mayorías populares y no hacerse los distraídos.

 

¿ Qué tenemos a favor, para desarrollar una estrategia, de recuperación paulatina del gobierno y del poder para el proyecto nacional y popular?

 

En primer lugar, las realizaciones operadas durante los 12 años de gestión de gobierno liderados por Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner: la plena vigencia del estado de derecho, la recuperación de la política como una herramienta de transformación de la realidad, como también, la incorporación a la misma de importantes sectores de las nuevas generaciones; una política de desendeudamiento, la intervención del Estado en la Economía, políticas de recuperación del empleo, la creación de más de 5 millones de puestos de trabajo, la creación de 500 parques industriales a lo largo y ancho del país y la habilitación de más de doscientas mil empresas productivas que recuperaron -en parte- la industria destruida en 30 años de políticas neoliberales; la implementación de políticas sociales activas, una política de derechos humanos que juzgó y condenó a militares genocidas que actuaron durante la dictadura más feroz que tuviéramos; desarrollamos una política de unidad regional y Sudamericana, como una manera soberana de relacionarnos con el mundo y los bloques del poder mundial. Por citar algunos temas centrales.

 

Junto con ello, no se puede desconocer la participación activa de una parte importante de la sociedad que ha manifestado su disposición a la defensa de éstos logros, cuya primera expresión fue el acto de despedida masiva, a una presidente que cumpliera su mandato, nunca visto en democracia, realizado el 9 de diciembre de 2015 en Plaza de mayo; la primera andanada de luchas en defensa del empleo llevada a cabo por los trabajadores del Estado quienes sufrían bajo el argumento de «limpiar de ñoquis» en realidad estaban destruyendo al Estado para dejarlo en manos del libre mercado; luego, pese a una verdadera campaña de desprestigio y persecución política a Cristina una masiva manifestación la acompañó a los tribunales del Comodoro PY, su creciente aceptación por parte de vastos sectores de la ciudadanía que se revela hasta la fecha, impidió su encarcelamiento; por otra parte, el 24 de marzo, fue un momento donde otra manifestación masiva reveló que no estábamos dispuestos a retroceder en la política de los Derechos humanos y mucho menos liberar a los criminales de lesa humanidad, aunque ya les están dando cárceles vip, en campo de mayo.

 

Un párrafo aparte, merece la movilización de la clase trabajadora que se revela como el sector social con mayor capacidad de movilización y de organización, en la resistencia al núcleo duro de la política neoliberal: la destrucción del empleo y la exclusión social, con el argumento de que «el costo laboral en Argentina, es muy alto». Aquí vemos con total nitidez la lógica de hierro del gran capital: « su espíritu de infinito afán de lucro» que ha llevado a la humanidad a la exclusión, la desigualdad y la pobreza. Durante el mes de abril, alrededor de 3.500.000 de trabajadores mantuvieron diversos niveles de conflictos a lo largo y ancho del país, fundamentalmente en defensa de la fuente laboral, contra las suspensiones y los tarifazos; y ello tuvo su expresión político sindical, en el acto convocado por las cinco centrales obreras y llevado a cabo el 30 de abril de 2015; posteriormente, se va configurando un sector combativo de los trabajadores nucleados en la Corriente Federal de los Trabajadores quienes junto a la CTA constituyen un sindicalismo de liberación que rescatan las tradiciones de lucha de la clase trabajadora y se proyectan en una participación política, en la perspectiva de una nueva sociedad. Más tarde en agosto, se realiza una gran marcha federal convocada por las dos CTA y compartida por diversos sectores, sindicales políticos y sociales. Sin embargo, no puede ignorarse el accionar colaboracionista de una sector importante de la Dirigencia Sindical, lo que agudiza la lucha por transformar -desde las mismas bases-, en cada fábrica y lugar de trabajo y darse una nueva conducción sindical, todo ello ha de repercutir en la política que ha sido coptada –en sus partidos políticos- por políticos profesionales «dueños de la lapicera» que descartan a los luchadores provenientes de la clase trabajadora. También, el cooperativismo de trabajo, las empresas recuperadas por los trabajadores han participado en gran medida, en estas luchas, el régimen veta las expropiaciones hechas por ley y acosa a los emprendimientos con el tarifazo y las importaciones; los movimientos sociales y sectores de la economía social y popular han vuelto a aparecer activos en el nuevo escenario vinculados a la CGT que abrió un espacio a esa participación, aunque suena un alerta, por cuanto los sectores colaboracionistas de la misma, pretenden constituir una base social como sustento del proyecto político de los llamados «moderados» o sea los Massa, Urtubey que juegan a lograr una alternancia entre Cambiemos y el Frente Renovador como base de la dominación del gran capital que soluciona la exclusión dando subsidios a la pobreza. ¿Porqué no reparten la riqueza acumulada?. Y se crean fuentes de trabajo. No les importa. Es indudable que, vinieron a quedarse por una u otra vía. Cabe resaltar que, con todo lo que significan estas movilizaciones, aun no llegan a constituirse en una clara mayoría popular, aunque a menor ritmo, se hace necesario profundizar la construcción política de base con la idea de que solo el pueblo salvará al pueblo.

 

De manera que, son varios los desafíos que tenemos por delante. Se trata de rearticular el campo nacional popular, democrático y sudamericano, evitar el aislamiento y desbaratar las maniobras, construyendo el poder popular desde la base social y contribuyendo al surgimiento de nuevos líderes. La lucha por la unidad del campo del pueblo es lo más importante de todo junto al liderazgo de Cristina a nivel nacional, de Jorge Ferraresi en Avellaneda y de nuestro compañero Intendente de Ensenada y Presidente del Frente Grande Mario Secco, son la garantía de una nueva instancia de poder, para ganar las elecciones en el 2017 y en la seguridad de cerrarles el paso a los oportunistas que entran en nuestras listas y al poco tiempo se venden al mejor postor. UNIDAD, SOLIDARIDAD Y LUCHA, HASTA LA VICTORIA SIEMPRE

 

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Joaquín Escobar
Presidente del Frente Grande Distrito Avellaneda
Joaquin_escobar@yahoo.com.ar

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