7 de abril: Avellaneda: trabajos, obras, cultura, salud y educación

Escribe Antonio Hugo Caruso, Secretario de Cultura de la Municipalidad de Avellaneda.

Llegamos a un nuevo aniversario de nuestra Ciudad: festejemos juntos.

 
Con esta fecha aprovechamos para acercarnos a los vecinos como cada semana, esta vez para celebrar y recordar los orígenes de Avellaneda.

 
En mi caso lo primero que evoco es la figura del Puente Viejo, espacio en el que se formó el primer Centro Cívico. Durante 1833 este lugar fue partícipe de la “Revolución Restauradora”, llamándose en esa época “Puente restaurador de las Leyes” en homenaje a Don Juan Manuel de Rosas.

 
Años después los, inmigrantes arribaban en busca de trabajo y junto a los nativos fueron formando sociedades de fomento y clubes deportivos y culturales. Nuestro Puente Viejo contiene otra parte importante de la historia del país. Por allí, los trabajadores de la Provincia de Buenos Aires, marcharon el 17 de Octubre de 1945 hacia la Plaza de Mayo para lograr la representación popular que tanto anhelaban.

 
La composición social y geográfica hizo que Barracas al Sud – futura Avellaneda- se desarrollase en la producción, el trabajo obrero, la educación y la cultura, fomentando también una intensa vida social. Estaba compuesta por trabajadores de los saladeros, frigoríficos, barracas, curtiembres, talleres, mercado de frutos, lanares y un sin fin de industrias que generaron una ciudad singular. Podríamos extendernos porque la historia de nuestra ciudad es muy rica en hechos históricos, culturales, deportivos, políticos y sociales.

 
Hoy deseamos hacer una reflexión que se relaciona con los tiempos actuales: Avellaneda es un paradigma que a través de las décadas sigue escribiendo las páginas de la historia. Como ciudad pujante que, a través de un objetivo claro, hace que cada día desde la intendencia – a cargo del Ing. Jorge Ferraresi – se inaugure una obra, se le otorgue un subsidio a instituciones barriales, acompañemos a los vecinos en sus necesidades. Y; estemos presentes en aquellos ámbitos en que el pueblo necesita estar representando y ser protagonistas de los hechos políticos y sociales.

 
Los descendientes de nuestra ciudad fuimos educados en la cultura del trabajo, la solidaridad y la esperanza. Por ello bregamos cada día para que Avellaneda crezca siempre, resistiendo a los embates socio político y económico. Debemos festejar este nuevo aniversario con los sueños que no abandonaremos: la memoria activa para que nuestra identidad se reafirme cada día a través de nuestras banderas en alto: las de la solidaridad, igualdad, trabajo, educación, respeto y salud para todos y todas.

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